Buenas tardes a todos.
Jose, es que no veas lo que me cuesta sacarle alguna historia de antes a Cándido... Si estuviera en casa con ellos, sería más sencillo, pero yo creo que por teléfono no le gusta nada contar este tipo de anécdotas.
Sin embargo.... ¡hoy ha habido suerte! (bueno, y que me he puesto un poco pesada).
Me ha contado que un año durante la fiesta de San Antonio, tu padre, Darío Municio (q. e. d.) y otros (supongo que Cándido no andaría muy lejos), quisieron gastar una broma a los dulzaineros que iban de Ampudia a Meneses. Y no se les ocurrió mejor cosa que salir a recibirlos a la entrada del pueblo, haciéndose pasar Darío M. por alcalde (creo que llevaba un bastón, para conseguir el efecto oportuno). Cuando se presentaron, les dijo el "alcalde en funciones" que había la costumbre de dar una vuelta por el pueblo, y les tuvieron por ahí un buen rato animando la fiesta, calle para arriba y para abajo. Y después de que hicieron su "jornada laboral", que acabó en el baile, les pagaron en monedas de céntimo, que llevaban en bolsas (no sé cuánto cobrarían, pero serían algunas pesetas)...
Dice mi padre que tú serías muy pequeño, pero que a lo mejor te acuerdas...
Habría que verles... Seguro que se divirtieron un rato... Espero que los dulzaineros no se lo tomaran a mal...
Un abrazo muy fuerte (y gracias a todos por preocuparos por el estado de salud de mi padre).
Jose, es que no veas lo que me cuesta sacarle alguna historia de antes a Cándido... Si estuviera en casa con ellos, sería más sencillo, pero yo creo que por teléfono no le gusta nada contar este tipo de anécdotas.
Sin embargo.... ¡hoy ha habido suerte! (bueno, y que me he puesto un poco pesada).
Me ha contado que un año durante la fiesta de San Antonio, tu padre, Darío Municio (q. e. d.) y otros (supongo que Cándido no andaría muy lejos), quisieron gastar una broma a los dulzaineros que iban de Ampudia a Meneses. Y no se les ocurrió mejor cosa que salir a recibirlos a la entrada del pueblo, haciéndose pasar Darío M. por alcalde (creo que llevaba un bastón, para conseguir el efecto oportuno). Cuando se presentaron, les dijo el "alcalde en funciones" que había la costumbre de dar una vuelta por el pueblo, y les tuvieron por ahí un buen rato animando la fiesta, calle para arriba y para abajo. Y después de que hicieron su "jornada laboral", que acabó en el baile, les pagaron en monedas de céntimo, que llevaban en bolsas (no sé cuánto cobrarían, pero serían algunas pesetas)...
Dice mi padre que tú serías muy pequeño, pero que a lo mejor te acuerdas...
Habría que verles... Seguro que se divirtieron un rato... Espero que los dulzaineros no se lo tomaran a mal...
Un abrazo muy fuerte (y gracias a todos por preocuparos por el estado de salud de mi padre).
