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MANTINOS: Victorino Alonso, de una Montesa al mayor imperio minero...

Victorino Alonso, de una Montesa al mayor imperio minero europeo

Hoy nadie pone en duda en León que el empresario Victorino Alonso, a sus 54 años, es un superviviente nato que ha logrado en más de una década 'sortear' decenas de procedimientos judiciales y administrativos sin que nadie haya obstaculizado la creación de un auténtico imperio minero que da empleo a miles de trabajadores. Su actividad no solo se ha concentrado en todos estos años en Castilla y León, donde ha salvado, compra tras compra, explotaciones mineras en crisis y a punto de cerrar de León y Palencia, sino en Polonia o Ucrania a donde no dudó en viajar con un consejero de Economía de la Junta, en 1995, para mostrarle los 'tentáculos' de su poder, y convencerle de que las ayudas oficiales del Ejecutivo de Juan José Lucas tenían «un destino social» para las cuencas de El Bierzo.

Ingeniero de Minas por Madrid, Alonso comenzó a hacerse un hueco en el atomizado y familiar sector minero leonés tras comprar en septiembre de 1994 la Minerosiderúrgica de Ponferrada (MSP), empresa que se encontraba en quiebra. Esta adquisición, por la que pagó 2.000 millones de pesetas, sirvió de excusa a un juez de León, Ireneo García Burgos, para investigar la operación de venta y al entonces presidente de Caja España, Ángel Villalba. La investigación judicial arrancó tras cuestionarse su solvencia a partir de otro procedimiento en el que Alonso llegó a declarar que solo era dueño de una moto Montesa valorada en 11.000 pesetas.

Enfrentado a la patronal minera de León, el dueño de la MSP comenzó a partir de 1995 a incrementar su imperio con la compra de empresas del sector como Coto Minero del Sil, Minas Tormaleo, Carlenor o Uminsa. Una carrera que conllevó 'fichajes de directivos' para la MSP, como el de Juan Antonio Martín, ex director general del Minas del Gobierno central, departamento que en esos años otorgaba los cupos de toneladas de carbón al sector. Tanto ecologistas como sus más inmediatos competidores locales le acusaron ante varios juzgados de León de competencia desleal por importar mineral de Polonia a un precio inferior al marcado en España, y cuyo destino eran las centrales térmicas de Iberdrola y Fenosa, una relación comercial que ha llegado a veces a los tribunales.