Unica opción de
mercado que se nos ofrece. Ojalá que alguno de estos "fresqueros" que nos visitan y, después de otros muchos
pueblos anteriores, recorren las
calles a unas "tres de la tarde" en los meses calurosos de
verano con la
puerta trasera abierta en marcha pregonando y aireando bien el
pescado no pase además otra cuenta de peores e irreparables consecuencias.
Solución única, no hay más: "
Comprar o no comprar", .a voluntad del cliente.