Hoy, y dentro de este tiempo de pausa veraniega que a todos nos invade, quiero rendir un homenaje a algo muy herrerense EL CANGREJO. Ojeando las páginas de un libro, he encontrado una composición digamos.... poetica y un tanto jocosa, con su dosis de picante. Esta oda, segun se describe pudiera ser de una composición cantada por tierras de America Latina siendo casi seguro una cancion popular.
Despues de unos toques personales, la composicion queda asi.
Un buen plato de cangrejos,
alimento afrodisiaco
para jóvenes y viejos
hace volver los reflejos
al hombre y a la mujer
produciendo ese placer,
de buscar a la dama
que vuelva a encender la llama
y el fogón vuelve a prender.
Si te lo comes entero,
si le chupas las patitas
te convierte en dinamita
como cualquier veinteañero
el tiro sale certero,
porque el cangrejo no falla
si se ofrece la batalla.
Todo aquel que ha comido
cangrejo seguro repetirá,
jamás se vuelve alejar
del alimento preferido,
porque tiene un contenido
que a los hombres los consagra
no importa el cometido
el cangrejo se destaca
mejor que la viagra.
Espero sirva para arrancar una sonrisa y alegraros un poco el dia, que en estos tiempos hasta reir sale caro.
Buenos dias Herrera. Buenos dias herrerenses
Despues de unos toques personales, la composicion queda asi.
Un buen plato de cangrejos,
alimento afrodisiaco
para jóvenes y viejos
hace volver los reflejos
al hombre y a la mujer
produciendo ese placer,
de buscar a la dama
que vuelva a encender la llama
y el fogón vuelve a prender.
Si te lo comes entero,
si le chupas las patitas
te convierte en dinamita
como cualquier veinteañero
el tiro sale certero,
porque el cangrejo no falla
si se ofrece la batalla.
Todo aquel que ha comido
cangrejo seguro repetirá,
jamás se vuelve alejar
del alimento preferido,
porque tiene un contenido
que a los hombres los consagra
no importa el cometido
el cangrejo se destaca
mejor que la viagra.
Espero sirva para arrancar una sonrisa y alegraros un poco el dia, que en estos tiempos hasta reir sale caro.
Buenos dias Herrera. Buenos dias herrerenses