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HERRERA DE PISUERGA: No quiero dejar en el olvido al pueblo de Mave, lugar...

No quiero dejar en el olvido al pueblo de Mave, lugar donde en aquellas épocas estaban los asentamientos de las ordas musulmanas que batallaron y asediaron a los pobladores de Peña Amaya, si bien pocas huellas de su estancia quedaron en la localidad.

Fue en Amaya, capital de uno de los ducados visigodos concretamente Cantabria, donde se refugia en el 711 buena parte parte de la aristocracia visigoda que ha huido de Toledo, ante el avance del ejército islámico, encabezados por Pedro, duque de Cantabria, cántabros, hispanos, godos y romanos se aprestan a resistir al invasor. Sin embargo Tarik somete la imponente plaza tras agotarla por hambre.
La plaza es abandonada durante bastante tiempo, fracasando un primer intento repoblador de Alfonso I hacia el año 754. Por fin, en el año 856, el rey Ordoño I ordena a don Rodrigo, primer conde de Castilla, que repueble y fortifique Amaya; tarea que el conde verifica con éxito. Pasado el tiempo, los innumerables descendientes se mezclaron con los aborígenes cántabros. Como quiera que a esas tierras del sur de Cantabria, día a día llegaban gentes buscando refugio, provenientes de las tierras que eran conquistadas por los musulmanes en su rápido avance por toda la Península, llego un momento que el pueblo surgido pobló la trasmontana cántabra y con ello la Peña Amaya, dando con ello a una nueva emigración que batallaba continuamente a los moros, ganando con ello tierras que se denominaron Bardulias en su nombre originario, y posteriormente Castella Vetula (Castilla la Vieja), tomando el nombre de los castillos construidos por aquellas gentes para defenderse de tanto sarraceno. Dicha titulación consta en la primera carta donde se menciona a Castilla como el territorio conquistado a los hijos de Ala y repoblado posteriormente; según el Abad Vítulo allá por el año 800.

Si fuere menester seguiria insuflando historia en la velas del saber de cada uno; aunque creo que con estas notas aportadas es suficiente conocimiento de ese lugar mítico llamado desde tiempos ancestrales Peña Amaya.

Buenos dias Herrera, buenos dias herrerenses.