LA BICICLETA VOLADORA.
Comentaron que en los años 80 (creo) hubo una noche……. de esas noches pegajosas en las que el calor y lo tediosos de la oscuridad hace que los diablillos y las brujas ocupen nuestra mente y hagamos cosas extrañas quizás guiados por su embrujo, quizás porque vamos un poco bebidos, o porque las pastillas para dormir no han hecho su efecto.
He aquí que una noche de estas, que alguien dándose un paseo con su bicicleta y ante tanta carga ambiental, solo se le pasó por la cabeza soltar la bici, y al parecer, volaba sola he iba aparar a las lunas traseras de los coches que estaban debidamente aparcados, siendo varios los vehículos que quedaron con la luna destrozada por la bici voladora, un vecino al percatarse del estruendo, debió de llamar al cuartelillo, que inmediatamente acudió con una patrulla a buscar a bicicleta y dueño, ambos fueron trasladados al cuartel, y allí tomando la declaración, y las consiguientes denuncias de los dueños de los vehículos que a medida que el día iba clareando se presentaban en el cuartel a denunciar el destrozo de su coche. Uno de estos denunciantes debió de preguntar ingenuamente al dueño de la bici: pero hombre y ahora quien me paga los destrozos del coche, a lo que seguidamente se le contesto: Y a mí quien me paga los destrozos de la bicicleta.
PERO FUE VERDAD O MENTIRA?
Comentaron que en los años 80 (creo) hubo una noche……. de esas noches pegajosas en las que el calor y lo tediosos de la oscuridad hace que los diablillos y las brujas ocupen nuestra mente y hagamos cosas extrañas quizás guiados por su embrujo, quizás porque vamos un poco bebidos, o porque las pastillas para dormir no han hecho su efecto.
He aquí que una noche de estas, que alguien dándose un paseo con su bicicleta y ante tanta carga ambiental, solo se le pasó por la cabeza soltar la bici, y al parecer, volaba sola he iba aparar a las lunas traseras de los coches que estaban debidamente aparcados, siendo varios los vehículos que quedaron con la luna destrozada por la bici voladora, un vecino al percatarse del estruendo, debió de llamar al cuartelillo, que inmediatamente acudió con una patrulla a buscar a bicicleta y dueño, ambos fueron trasladados al cuartel, y allí tomando la declaración, y las consiguientes denuncias de los dueños de los vehículos que a medida que el día iba clareando se presentaban en el cuartel a denunciar el destrozo de su coche. Uno de estos denunciantes debió de preguntar ingenuamente al dueño de la bici: pero hombre y ahora quien me paga los destrozos del coche, a lo que seguidamente se le contesto: Y a mí quien me paga los destrozos de la bicicleta.
PERO FUE VERDAD O MENTIRA?