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HERRERA DE PISUERGA: Arambol: Me encanta leer estos recuerdos, estas vivencias...

Hola Maxiii, muy bueno lo del Sr Pepe, los chiguitos con el tirabeque teníais un peligro impresionante. No sabía que vivias en frente de mi hermano, ya se lo comentaré cuando hable con él. Está muy bien que hayas contado esta pequeña anécdota de los tirabeques que requisaba tu padre. Para animar al foro que está un poco "alicaído", yo propondría que la gente contase anécdotas de la gente del pueblo, en Herrera somos muy particulares y un poco gamberros, seguro que hay anécdotas chulísimas, ánimo chiguitos. Saludos foreros

A petición de Cristina sobre anécdotas con tirabeques.
Relatare lo que me sucedió con un amigo y un artefacto de esos: Mi amigo me propuso ir a coger membrillos a una huerta que está situada frente al campo de futbol, la misma estaba rodeada por un seto, el cual impedía el acceso a ésta, no obstante conseguimos abrir un hueco por donde pasábamos, en el momento en que mi amigo estaba casi dentro le avise que se acercaba con una bicicleta el nieto del propietario de la huerta, mi amigo salió con rapidez del lugar, para disimular se puso con el tirabeque a tensar las gomas, el chaval que se acercaba con la bicicleta que tendría unos tres años más que nosotros, se pensó que le iba disparar con ese instrumento, nos decía de todo para evitar el lanzamiento de la piedra, cuando por parte de mi amigo no tenía esa intención, a la vez que profería palabras amenazantes contra nosotros, su vista la aparto del recorrido de la bicicleta, cuando inesperadamente salió volando por encima de la bici. Tuvo un aterrizaje forzoso sobre la tierra del camino. Nosotros nos quedamos asombrado de esa situación, después de unos segundos comprendimos lo sucedido, algún burro de dos patas había quitado la tapa de la alcantarilla que hay o había delante del campo de futbol, donde se había incrustado la rueda delantera. Ante estos hechos desaparecimos del lugar por si acaso….
Como han pasado tantos años de estos acontecimientos, me imagino que los herederos de esa huerta nos habrán perdonado por esas pequeñas gamberradas.
Un saludo

El mal uso del tirabeque, que teníamos bastantes, se convertía en una puntería prodigiosa cuando había una sola cosa susceptible de romperse. Intentábamos dar a un bote del suelo, para coger puntería, y por arte de magia se rompía algo que estaba por allí que no nos habíamos propuesto darle. Luego la frase era, "ya te he dicho mil veces que no quiero que tengas eso y que no tires a romper nada, ya verás cuando se entere tu padre".

No había tecnologías para distraerse, la imaginación no era virtual, era real.

Felix, has plasmado la realidad a la perfección, no necesitábamos de juguetes para divertirnos, cuando venían los Reyes Magos nos traían los correspondientes regalos, la ilusión de éstos nos duraba unos pocos días, después los olvidábamos y recurríamos a los juegos y amigos de siempre y a la imaginación.
Sin temor a equivocarme, nuestra niñez fue más feliz que la de los niños actuales con sus maquinitas, sin las cuales se aburren una barbaridad. También hay que comprender los peligros actuales del tráfico u otros, no son los mismos que los de los años 60 y 70. Ahora no veras a ningún niño jugar al balón en la calle, como hacíamos nosotros.
Sobre el tirabeque, había un niño en nuestra clase, que tenía por apodo “Pizarro”, del nombre y apellidos no me acuerdo, su familia emigro a Bilbao, éste tenía un hermano mayor, el cual con el tirabeque, donde ponía el ojo, ponía la piedra. Le vi en una ocasión colocarse bajo el árbol grande que hay en la plaza de la iglesia, desde esta posición disparaba a los pájaros, disparo que hacía, pájaro que caía.
Sobre la imaginación para divertirnos, ese amigo mío y tuyo, que se le ocurrió ir a correr membrillos (se me había olvidado esta palabra), tuvo la idea de ir a coger miel a una colmena que había descubierto en el rio Burejo, junto al parque, para extraer la miel se le ocurrió meter un palo, comenzaron a salir avispas, porque eran estos insectos y no abejas como pensaba él, le pusieron la cabeza de picotazos. Las ideas más arriesgas se le ocurrían a él

Arambol: Me encanta leer estos recuerdos, estas vivencias de aquellos años. Desde luego es más agradable que escuchar un "telediarío". Un beso.
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
Piedad, muchas gracias por ese reconocimiento, Sobre el teledirio tienes toda la razón, solo hacen que dar noticias deprimentes.