Maravillosa imágen de la iglesia herrerense de Santa Ana, también lllamada "la parroquia", "vamos a misa a la parroquia" se acostumbraba a decir alguna vez. Porque lo que está claro y que alguien me rectifique, es que los términos iglesia y parroquia como que viene a ser lo mismo. En fin, en mi modesta opinión. Esta iglesia cuenta en su interior con un patrimonio artístico, en cierto modo, un tanto valioso. A mi lo que más me llama la atención es el altar mayor, barroco. Teniendo en cuenta que las cuatro columnas salomónicas con la decoración vegetal girando en torno a las mismas, forma parte de los elementos artísticos de este período dentro de la historia del arte. Y las figuras que forman parte de este retablo, no dejan por menos que ser sugerentes, a saber: el calvario superior, los dos apóstoles (San Pedro y San Pablo) en los extremos, las figuras de la virgen María junto a su madre y patrona de la parroquia, Santa Ana. En fin y a la postre, toda una muestra del poco arte barroco que se realizó en Herrera, pero que algo nos dejó. El resto del interior del templo no tiene por así decirlo gran cosa, artísticamente hablando. También resaltaría, si cabe, el órgano situado en el coro. Yo diría que éste puede ser obra, posiblemente del siglo XVIII, que es la época a la que pertenecen la mayoría de ellos. Y una anécdota referente al tipo de ceremonias que se suelen celebrar en una iglesia: las de cantar misa. Cuando un sacerdote, normalmente de la localidad, decía su primera misa en la parroquia, se colocaba con este motivo y en lo alto de la torre, una bandera blanca como distintivo de dicho acto.
