Aclarado que es un laúd y no una bandurria ni una guitarra, y después de fijarnos en los cacharros que cuelgan en los soportales, gracias a Tope, ahora toca llamar vuestra atención hacía los dos chiguitos pequeñajos que asoman sus caritas entre los retratados, ¡son geniales, ja, ja! ¿Alguien los puede reconocer?
Desde luego lo que da de si una foto
Desde luego lo que da de si una foto