No podemos olvidarnos del Kiosco de la Sra. Sion. Lugar de culto de todos los niños. Son recuerdos conjuntos, casi no la recuerdo andando por la calle, es como si el kiosco con ella dentro fueran una misma pieza. También tenía su versión ambulante, recuerdo a su marido (TETE, el chispas) con la canasta colgada del cuello vendiendo aquellas bolsas alargadas de papel con pipas. El mensaje solía ser "PIPAS TOSTADAS A LAS CINCO Y CUARTO DE LA TARDE". Las comprábamos para ir al CINE ARROYO donde no existían los silencios, el chasquido de las pipas era habitual.
Siguiendo con las tiendas tipo kiosco o caseta, no nos podemos olvidar de las churrerías (la de SALVADOR y la de ISAIAS) separadas por 2 metros, con aquel olor que recibían a los que salían de los toros. También tenía su versión ambulante, los domingos y festivos por la mañana el hijo de Salvador (creo que se llamaba José María) pregonaba por las calles aquello de "CHURRITOS CALIENTES" y los niños contestábamos con "... PARA LAS SEÑORAS QUE NO TIENEN DIENTES"
Los que mejor recordarán esto son su familia directa que colabora en este foro.
Para mi son recuerdos llenos de cariño. Cerca de donde vivo hay una churrería y el olor me traslada al rincón de Herrera, detrás del Ayuntamiento y junto al Bar EL RUEDO, de cuyos pinchos morunos hechos en aquella plancha os acordareis casi todos.
Siguiendo con las tiendas tipo kiosco o caseta, no nos podemos olvidar de las churrerías (la de SALVADOR y la de ISAIAS) separadas por 2 metros, con aquel olor que recibían a los que salían de los toros. También tenía su versión ambulante, los domingos y festivos por la mañana el hijo de Salvador (creo que se llamaba José María) pregonaba por las calles aquello de "CHURRITOS CALIENTES" y los niños contestábamos con "... PARA LAS SEÑORAS QUE NO TIENEN DIENTES"
Los que mejor recordarán esto son su familia directa que colabora en este foro.
Para mi son recuerdos llenos de cariño. Cerca de donde vivo hay una churrería y el olor me traslada al rincón de Herrera, detrás del Ayuntamiento y junto al Bar EL RUEDO, de cuyos pinchos morunos hechos en aquella plancha os acordareis casi todos.