Ofertas de luz y gas

HERRERA DE PISUERGA: Hola Arambol, ¡cuántas veces le habré oído a mi madre...

Hola Arambol, ¡cuántas veces le habré oído a mi madre pronunciar esa palabra!: respigar, es decir recoger de los trigales ya cosechados los restos de paja y grano que quedaban en la tierra. Con la paja encendíamos la glorieta y con el grano se molía harina. Creo que incluso a mí me tocó hacerlo en alguna ocasión. Como bien dices era una de las maneras que teníamos las clases humildes de mejorar nuestra situación en aquellos tiempos duros de posguerra. Y hablas de recoger patatas, ¡hasta las mondas se recogían para alimentar al cerdo! (al chino, que decíamos). Y no creo que nadie deba avergonzarse por ello, al contrario. Hoy eso se llamaría reciclar o reutilizar, una loable costumbre.