Ana O, te has comido la o de vocabulario. Es curioso, se nota que hemos compartido juegos puesto que yo había tenido la misma idea de abrir un tema titulado así. Otro tema podría ser el de Juegos, así que recojo la pelota que me lanzas y aquí van dos en uno.
Trompa.- Así llamábamos en Herrera a la peonza, peón, peonzón, trompo o repionza como la llaman por aquí (la forma de llamarla tiene mucho que ver con el tamaño). Habitualmente la comprábamos en La Deseada o El Palacio de Cristal, y lo primero que hacíamos era extraerle el rejo o punta que sustituíamos por un tirafondos bien enroscado al que dábamos forma con una lima o rozándolo con una piedra. De esta manera evitábamos que el rejo se saliera fácilmente. La versión en miniatura era la pirindola, perinola o bailarina que se baila con los dedos. En cambio la trompa se baila enroscándole un cordel bien apretado para que al lanzarla contra el suelo baile lo mejor posible y no se "enfosque". Al cordel le hacíamos un buen nudo en un extremo rematado con una moneda de dos reales o una chapa aplastada que hacía de tope entre los dedos. Hay que decir que este juego exigía cierta pericia pues aparte de saber bailarla, había que golpear a las demás trompas hasta sacarlas del corro trazado en la tierra. Había varias maneras de lanzar la trompa, la más inocente e inofensiva era la que llamábamos "estilo niña" (perdonadme las chicas).
Leyendo un poquito sobre el asunto me he enterado que la trompa o peonza tiene, como muchos otros juegos, un origen mágico, y se ascociaba a la fertilidad, de hecho en algunas civilizaciones lo bailaban sobre el terreno que iban a cultivar.
Trompa.- Así llamábamos en Herrera a la peonza, peón, peonzón, trompo o repionza como la llaman por aquí (la forma de llamarla tiene mucho que ver con el tamaño). Habitualmente la comprábamos en La Deseada o El Palacio de Cristal, y lo primero que hacíamos era extraerle el rejo o punta que sustituíamos por un tirafondos bien enroscado al que dábamos forma con una lima o rozándolo con una piedra. De esta manera evitábamos que el rejo se saliera fácilmente. La versión en miniatura era la pirindola, perinola o bailarina que se baila con los dedos. En cambio la trompa se baila enroscándole un cordel bien apretado para que al lanzarla contra el suelo baile lo mejor posible y no se "enfosque". Al cordel le hacíamos un buen nudo en un extremo rematado con una moneda de dos reales o una chapa aplastada que hacía de tope entre los dedos. Hay que decir que este juego exigía cierta pericia pues aparte de saber bailarla, había que golpear a las demás trompas hasta sacarlas del corro trazado en la tierra. Había varias maneras de lanzar la trompa, la más inocente e inofensiva era la que llamábamos "estilo niña" (perdonadme las chicas).
Leyendo un poquito sobre el asunto me he enterado que la trompa o peonza tiene, como muchos otros juegos, un origen mágico, y se ascociaba a la fertilidad, de hecho en algunas civilizaciones lo bailaban sobre el terreno que iban a cultivar.