detalle de la ventana del portal, CANTORAL

(Junio de 2014)
El cine, los medios de comunicación y algunos libros
de autoayuda han popularizado, con poco o nulo fundamento
científico, la idea de que es necesario desahogar la
ira de forma controlada, para evitar que explote de
forma incontrolada. Golpear una almohada, retorcer una
toalla, proferir gritos, son algunos de los remedios que
se sugieren.