Mi abuelo, a quien no conocí, se mató en las
minas en el año 34, y mi madre nació allí. De crío pasaba los
veranos con miabuela, entre los
trillos y el
ganado, disfrutando de la libertad que para un niño de ciudad como era yo, siente por el
campo.
Luego durantela adolescencia, y parte de la
juventud, uno pierde el sentido de las raíces y apenas aparecía en
pueblo, las hormonas y la actividad política de aquellos años, me mantenían muy atareados.
Pero un día volví y de alguna m, anera quedé para
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