Soy Ana Durán, alcaldesa de Villablino, un pueblo minero de alrededor de 11.000 habitantes de la provincia de León. Uso a propósito la descripción de pueblo minero porque en nuestro valle -conocido como Valle de Laciana- el motor económico sigue siendo la minería del carbón.
Somos uno de esos pueblos repartidos por Asturias, Castilla y León o Aragón que no han podido, sabido o querido cambiar su modo de vida; uno de esos pueblos en los que quedan más de 10.000 mineros y más de 40.000 familias que viven del empleo directo, indirecto o inducido que crea esta actividad.
He leído con preocupación su carta dirigida a los Comisarios Europeos para que el Real Decreto “Procedimiento de Resolución de Restricciones por Garantía de Suministro” no sea aprobado.
Supongo, Sr. Vidal-Quadras, que usted sabe que hace más de un año que no se quema carbón autóctono en las centrales térmicas y que esta coyuntura ha puesto al sector en una situación límite que ya no se puede mantener en el tiempo. Le supongo enterado de la actualidad y por tanto sabrá que miles de familias en estas comarcas no han cobrado sus sueldos y que las empresas están abocadas al desastre por falta de liquidez.
Empieza usted diciendo que España no tiene problema de seguridad de suministro y que por eso se denegó la autorización a la central nuclear de Santa María de Garoña. Sin embargo, usted obvia recordarles a los señores comisarios que somos el país de la UE con menor grado de autoabastecimiento de energía primaria, obvia que el 81,7% se importa del exterior frente a un 58% de media comunitaria, obvia el problema de interconexiones que aún tenemos y obvia que el carbón autóctono es el único capaz de responder al instante a puntas de demanda, además de ser una importante herramienta dentro del mix energético para garantizar un suministro eléctrico continuo, suficiente y fiable.
Dice usted que aprobar este Decreto tendría graves consecuencias en el mercado interno de energía y yo me pregunto: ¿A quién perjudicamos? Las energías renovables tienen fuertes primas que pagamos entre todos los ciudadanos y las centrales nucleares llevan muchos años de funcionamiento y están por tanto en niveles de alta rentabilidad.
Continúa diciendo que tendrá un gran impacto en el déficit tarifario. Me permito recordarle que este déficit se origina a partir del año 2000 cuando el Gobierno (entonces del PP) no quiere repercutir la fuerte subida del petróleo en el recibo de la luz; me permito recordarle también que una buena parte del mismo se debe a las primas a las energías renovables de forma especial la solar fotovoltaica.
Somos uno de esos pueblos repartidos por Asturias, Castilla y León o Aragón que no han podido, sabido o querido cambiar su modo de vida; uno de esos pueblos en los que quedan más de 10.000 mineros y más de 40.000 familias que viven del empleo directo, indirecto o inducido que crea esta actividad.
He leído con preocupación su carta dirigida a los Comisarios Europeos para que el Real Decreto “Procedimiento de Resolución de Restricciones por Garantía de Suministro” no sea aprobado.
Supongo, Sr. Vidal-Quadras, que usted sabe que hace más de un año que no se quema carbón autóctono en las centrales térmicas y que esta coyuntura ha puesto al sector en una situación límite que ya no se puede mantener en el tiempo. Le supongo enterado de la actualidad y por tanto sabrá que miles de familias en estas comarcas no han cobrado sus sueldos y que las empresas están abocadas al desastre por falta de liquidez.
Empieza usted diciendo que España no tiene problema de seguridad de suministro y que por eso se denegó la autorización a la central nuclear de Santa María de Garoña. Sin embargo, usted obvia recordarles a los señores comisarios que somos el país de la UE con menor grado de autoabastecimiento de energía primaria, obvia que el 81,7% se importa del exterior frente a un 58% de media comunitaria, obvia el problema de interconexiones que aún tenemos y obvia que el carbón autóctono es el único capaz de responder al instante a puntas de demanda, además de ser una importante herramienta dentro del mix energético para garantizar un suministro eléctrico continuo, suficiente y fiable.
Dice usted que aprobar este Decreto tendría graves consecuencias en el mercado interno de energía y yo me pregunto: ¿A quién perjudicamos? Las energías renovables tienen fuertes primas que pagamos entre todos los ciudadanos y las centrales nucleares llevan muchos años de funcionamiento y están por tanto en niveles de alta rentabilidad.
Continúa diciendo que tendrá un gran impacto en el déficit tarifario. Me permito recordarle que este déficit se origina a partir del año 2000 cuando el Gobierno (entonces del PP) no quiere repercutir la fuerte subida del petróleo en el recibo de la luz; me permito recordarle también que una buena parte del mismo se debe a las primas a las energías renovables de forma especial la solar fotovoltaica.