La abundancia oculta la podredumbre.
Cuando hay dinero, resultados, nadie repara en lo que está pasando en la sala de máquinas. ¿el
tren avanza?
¡que más dá como está el motor ó quien es el maquinista!
El problema surgue cuando se detiene el tren y hay que bajar a empujar...
En ese momento se afilan los puñales y cada uno muerde por "lo suyo"