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Parece una estampa común, en todos los pueblos había viejas, viejas envueltas en crespones e indumentarias negras, la luz de las velas y velandones de los acheros de la iglelsia al atardecer y ya oscuro en invierno, creaban una atmósfera gris, casi en penumbra y allí se deslizaban los rezos sibilantes de las gargantas de las viejitas que bisbiseaban degranando las avemarías del rosario que puntualmente cada día y a a la misma hora, hiciera como hiciera, nadie faltaba al rosario si la enfermedad no ... (ver texto completo)
Las velas en la iglesia, en otro tiempo al menos, no eran solamente para iluminar, si no que eran ofrendas a algún Santo, Virgen o incluso a veces era al altar de... y se encendían en las celebraciones del Santo, Virgen etc., y también en otras celebraciones de oficios, pues su misión era entre otras la de dar brillo, luz, al altar del santo del devoto ofertante. Por eso, quizá, se conseguía aquel clima cálido de fe, que hoy, al menos yo, no he visto en muchos años ha.
Quizá algún día comente algo ... (ver texto completo)
Debo pasarme por el pueblo para despedirme de unos amigos que están a punto de partir, aunque creo que esperarán a la fiesta para iniciar el viaje; quieren disfrutar del sol del verano, calentarse en su calor y vivir en su color, y quieren sentir el frescor de unos amaneceres de sol rojo y bajo, frescos preludios de los calores terribles del mediodía. Quieren esperar las visitas de estos meses, los retornos de antiguos amigos o compañeros, gente que está cerca o lejos, pero que no acostumbra a menudear ... (ver texto completo)
Y se fue.
Llevaba el billete en la cara cuando yo le vi, y le dije adiós en voz baja par no herirle, porque él no quería emprender el viaje. Pero ya le habían llamado y ya tenía el billete.
Y se fue tan deprisa que ni siquiera se llevó la moneda para Caronte.
! Que hayas tenido buen viaje!
Y sin embargo... Ay sin embargo, siempre hay un ascua de veras en un incendio de teatro.
¿Se llamaba Basilisa? ¿Consuelo? ¿María...?
Sin ayuda... no sé. La noche cálida y oscura, el coro, el misterio, las velas, los pocos años, el mucho tiempo...
Ay, que mala memoria la mía.
Parece una estampa común, en todos los pueblos había viejas, viejas envueltas en crespones e indumentarias negras, la luz de las velas y velandones de los acheros de la iglelsia al atardecer y ya oscuro en invierno, creaban una atmósfera gris, casi en penumbra y allí se deslizaban los rezos sibilantes de las gargantas de las viejitas que bisbiseaban degranando las avemarías del rosario que puntualmente cada día y a a la misma hora, hiciera como hiciera, nadie faltaba al rosario si la enfermedad no ... (ver texto completo)
LA VIEJA DEL ROSARIO

Era una mancha negra, transparente,
apenas sombra y casi luminaria
al trasluz de las velas. Visionaria
lechuza de sagrario. Débil fuente

de arrugados recuerdos, alma y frente
maquinales, igual que la plegaria
que es un signo de vida en la esteparia ... (ver texto completo)
Ayer, al amanecer, crucé
caminando el valle.
El rocío humedeció la hierba reseca,
y dejó el aroma del ganado,
del verano, de la era, como un regalo
a mi nariz hambrienta.
El sentido voló al pasado;
Entre carros de mies, cansancio.
Amaneceres hermosos, cansancio.
Medio días abrasadores, cansancio. ... (ver texto completo)
Y un verano era enorme, eran días de ir a pescar ranas en las charcas medio secas, días de sol y juegos, días de trilla, de ir sentados en los trillos cuando a la tarde la trilla ya estaba avanzada, la paja era corta y sentado en la parte posterior del trillo, ir dando vueltas en círculo, arrastrado por el suelo de la era los pies descalzos y sentir el roce de los granos de trigo en los pies desnudos, ¡qué maravilla! Y una vuelta y otra y si no te veían podía durar eternamente pues aquello debía ... (ver texto completo)
y el cuco que saluda a la mañana
y la flor que ofrece su belleza
y la sombra bienhechora que nos protege
y el olor de la tierra recien levantada
y la vida que invita a vivir
vivir de verdad
emocionados
limpios
sencillos
sinceros ... (ver texto completo)
Debo pasarme por el pueblo para despedirme de unos amigos que están a punto de partir, aunque creo que esperarán a la fiesta para iniciar el viaje; quieren disfrutar del sol del verano, calentarse en su calor y vivir en su color, y quieren sentir el frescor de unos amaneceres de sol rojo y bajo, frescos preludios de los calores terribles del mediodía. Quieren esperar las visitas de estos meses, los retornos de antiguos amigos o compañeros, gente que está cerca o lejos, pero que no acostumbra a menudear ... (ver texto completo)
De algún pensamiento.

Por la calle arriba vienen bajando.
Por la calle abajo vienen subiendo.
Ni suben, ni bajan, ni se mueven,
pero nunca están quietos mis pensamientos.
Van de la vida a la muerte,
van del ayer al mañana,
van del amor al olvido,
de la soledad a la nostalgia. ... (ver texto completo)
Perdonen los de san Román, esta segunda foto no pertenece al pueblo es la de Corbillos de los Oteros, les envie mensaje para que me publicaran la que sí es de San Román de el mes pasado, llovía y se ve perfectamente la iglesia hecha desde la carretera. A ver si logro que me la rectifiquen o que me publiquen la otra. Un saludo paisanos de la comarca.
Gracias por la lisonja. Gracias por haberte hecho presente y por acompañar en esta página que la gente del pueblo ha abandonado, y aunque sé que la visitan, callan. Contaré hoy una lisonja de hace algún tiempo " quién será ese cabronazo...?" silencio. Fue un buen momento.
En lo de "siendo de pueblo" diré, y digo, que solo los que tenemos ese privilegio, sabemos lo importante que puede ser conocer también la ciudad, la pequeña y la grande, y olvidarla.
Gracias por pasar por mi puerta, felicidad, ... (ver texto completo)
No te quejes, en mi pueblo y está al ladito del tuyo, podríamos ir andando, yo estoy bien sola. Nadie escribe, entran y salen de puntillas, y aquí sí que no hay huellas que valgan, son realmente invisibles, opodríamos añadir, más -ibles, pero el respeto a la libertad es lo más grande que como personas podemos regalarnos recíprocamente. Ah, lo de pasar por tu puerta, que bonita metáfora. Por la mía tambien ha pasado e intento como tú atraparla, tenemos derecho a ser felices y que nada de lo que hagan ... (ver texto completo)
Rogelio, me encanta tu prosa, si es tuya mejor aún, porque me agrada que siendo gente de pueblo, vuelvas, y escribas y recuerdes y describas tan bien y con los vocablos justos lo que sucedia dentro, mostrando el paisaje perfecto.
Es una prosa cuasi poética, y disfrutas al leer. Continúa escribiendo más de uno te lo agradecerá.
GRACIAS POR ESTE RATO.
Gracias por la lisonja. Gracias por haberte hecho presente y por acompañar en esta página que la gente del pueblo ha abandonado, y aunque sé que la visitan, callan. Contaré hoy una lisonja de hace algún tiempo " quién será ese cabronazo...?" silencio. Fue un buen momento.
En lo de "siendo de pueblo" diré, y digo, que solo los que tenemos ese privilegio, sabemos lo importante que puede ser conocer también la ciudad, la pequeña y la grande, y olvidarla.
Gracias por pasar por mi puerta, felicidad, ... (ver texto completo)
Y estaba solo. Solo entre tanta gente, su gente, otra gente, la gente.
Y se entrenaba en los momentos duros, muy duros. Se acostumbraba a no esperar nada. Nada espera de casi nadie, pero hoy, hoy ha sido... hoy ha sido otro día más. Hoy ha llamado a una puerta y se escuchó una voz que decía: si ya voy...
y esperó, y esperó, y esperó. Y nadie, nadie abrió la puerta.
Y no esperaba nada de nadie, pero estaba triste, muy triste...
Le faltaba entrenamiento, aunque los músculos del corazón ya se hayan ... (ver texto completo)
Rogelio, me encanta tu prosa, si es tuya mejor aún, porque me agrada que siendo gente de pueblo, vuelvas, y escribas y recuerdes y describas tan bien y con los vocablos justos lo que sucedia dentro, mostrando el paisaje perfecto.
Es una prosa cuasi poética, y disfrutas al leer. Continúa escribiendo más de uno te lo agradecerá.
GRACIAS POR ESTE RATO.
Y estaba solo. Solo entre tanta gente, su gente, otra gente, la gente.
Y se entrenaba en los momentos duros, muy duros. Se acostumbraba a no esperar nada. Nada espera de casi nadie, pero hoy, hoy ha sido... hoy ha sido otro día más. Hoy ha llamado a una puerta y se escuchó una voz que decía: si ya voy...
y esperó, y esperó, y esperó. Y nadie, nadie abrió la puerta.
Y no esperaba nada de nadie, pero estaba triste, muy triste...
Le faltaba entrenamiento, aunque los músculos del corazón ya se hayan ... (ver texto completo)