VAL DE SAN LORENZO: HOY REBELAMOS EL ORIGEN DE EL APELLIDO BENAVIDES VERDADERO...

HOY REBELAMOS EL ORIGEN DE EL APELLIDO BENAVIDES VERDADERO O FALSO PERO EN LOS ARCHIVOS EXISTEN

Tirso Pericles Gayoso Benavides. Apellido sefardi, sus orígenes se remonta al Rey David, nacido de la Casa de Judá, cuyos descendientes fueron llamados Ben significa Hijo y David (Referido a los hijos del Rey), que luego fueron llamados Ben David, llegados al Sefarad y Juderías del Reino de don Alfonso (Católico), quien conociera a una doncella judía de apellido Ben David, con quien tuvo un hijo al cual apellidos Ben-avides y por ser fuera de el Matrimonio y de doncella Judía, (se sospecha que aquel niño era descendiente de la Casa de Juda y vinculado a Jesús) y a fin de evitar que los nobles cuestionaran al infante su origen Judío y por respeto a tan noble y bendecido linaje, opto por el mismo, luego dicho apellido quedó como tal Benavides, dicho apellido dio nombre a Pueblos de nombre Benavides en España, Estados Unidos de América, Bolivia, Argentina, a posteriori los descendientes que ocultamente profesaban la fe en el Judaísmo y aquellos que siendo tales, fueron conversos, lograron por su linaje librarse de la santa Inquisición, prueba ello documentos fidedignos de Procesos a los Benavides en México por sospechas de practicas judías, familia que gracias a sus vínculos lograron absolución Gracias a sus vínculos con el Rey de España y viajar mas al sur de América.
Freddy Cyfuentes-Pantoja De Santa Cruz y Benavides Sin duda alguna, es un apellido y un linaje con un genuino y comprobado origen real judío, alemán, francés, inglés y español, fruto de la castellanización del linaje real judío de los Ben-Avid (los hijos y descendientes del Rey David), que tiene un primer origen en la Casa de Jacob y en la Casa de Judá. Y casa real de la que también -como lo sienta diáfanamente nuestra Sagrada Biblia-, descendían la Santísima Virgen María y nuestro Redentor. No es un apellido de origen árabe, ni, muchísimo menos, uno de origen francés: Es un asaz rancio linaje, con un incuestionable origen real hebreo. Ya en España, en la provincia de León, este apellido no tiene un simple origen toponímico en la villa de Benavides de Órbigo como mal se presenta, ni menos, su genuino genitor, fue Don Men Rodríguez de Biedma y Benavides, IX Señor de Benavides y I Señor de Santisteban del Puerto -como tampoco lo fue, el abuelo de éste, Don Rodrigo Íñiguez de Biedma-, sino que, su genitor indiscutible, fue un ancestro del primero -por el lado de la real Casa de Benavides-, el infante Don Fernando Alfonso de Benavides, I Señor de Benavides, hijo amado y ilegítimo de rey de Castilla, León y Galicia, Alfonso VII, rey conocido como el Emperador, concebido con una doncella de la casa real de Judea, doña Sancha Fernández de Castro, descendiente directa -por línea materna-, del Rey David (de la Casa Real de los Ben-Avid, antes, los Ben-David); y princesa judía con la que la Iglesia Católica del entonces no le autorizase a Alfonso VII el matrimonio, quedando el hijo concebido entre ellos como bastardo. Y casa real de donde, en realidad, Don Fernando Alfonso de Benavides (antes llamado por su linaje real castellano, Fernando Alfonso de Castilla), tomara directa y literalmente su nuevo apellido en honor a sus reales ancestros hebreos (un linaje del que no había por qué avergonzarse); mismo que utilizaran a partir de ese momento, todos sus descendientes (entre ellos, los ocho siguientes Señores de Benavides), castellanizándolo como el linaje leones de los Ben-Avid-es; y como en una idéntica manera lo habían hecho en el siglo VIII los judíos descendientes de tal casa real con la villa de Ben-Avid-es, a las orillas del Órbigo (como el entonces asiento geográfico de los hijos de los descendientes del Rey David nacidos en la Hispania; afirmándose que la es, adicionada al final de este nombre, se relaciona realmente con la Eretz, el nombre tradicional con el que se conocía a la Tierra de Israel). Y señorío que le entregase como una compensación su mismo padre, el rey Don Alfonso VII de Castilla, con otros importantes territorios y juderías, al igual que el real escudo de armas de su linaje. Y aun cuando resulta absolutamente evidente el origen real hebreo de este linaje español (así algunos genealogistas, aún lo nieguen y lo restrinjan a un mero topónimo, desconociendo la misma historia antecedente), mucho más lo es, su incontrovertible entronque y origen en la misma realeza castellana y leonesa, así como su previo entronque con la realeza francesa, alemana e inglesa, que ennoblecen y honran aún más los genuinos orígenes del apellido Benavides. La historia evidencia, sin el menor asumo de duda, que este infante real, a pesar de ser hijo ilegítimo, contaba con vínculos de sangre con la realeza castellana, leonesa y gallega, porque era hijo del rey Alfonso VII de Castilla y León, nieto de la reina Urraca I de León (cuñada del Papa Calixto II), bisnieto de Alfonso VI de Castilla y León, y tátara nieto del Fernando I, el Magno, rey de Castilla y León y de la reina Sancha de Castilla. Tenía vínculos con la realeza francesa, porque la esposa de su bisabuelo Alfonso VI de Casilla, el Bravo, era la reina Constanza de Borgoña, hija de Roberto el Viejo, I Duque de Borgoña, nieta de Roberto II, el Piadoso, rey de Francia, y bisnieta de Hugo Capeto, duque de los francos, conde de París, y primer rey de Francia de la dinastía Capeto (quien era hijo de Hugo el Grande, y nieto de Roberto I, rey de Francia y de la reina Beatriz de Vermandois, descendiente directa de Carlomagno). Siendo Hugo Capeto, a su vez, el tronco generatriz de la casa real -en la actualidad, más antigua y poderosa de Europa, así como de las ramas reales de los Valois y de los Bourbon. Casa real aquella que ha gobernado además de Francia, a España, Portugal, Luxemburgo, Polonia, Sicilia y Hungría desde aquellas épocas; y casa real que inclusive tiene vínculos con la reina Isabel II de Inglaterra, por línea materna, y con la casa real de Kiev. Contaba también, con vínculos con la realeza alemana, por el lado sajón, porque Don Fernando Alfonso de Benavides, tenía por bisabuela, a la reina Constanza de Borgoña, quien era chozna de la princesa Hedwige de Sajonia (hermana de Otón I el Grande, rey de Alemania y, posteriormente, emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, quien era hija de Enrique I el Pajarero, rey de Francia Oriental, e hijo de Otón I de Sajonia). Y contaba también con vínculos de sangre con la realeza inglesa, porque la esposa de su ancestro, el rey francés Hugo Capeto -y de la que también descendía el infante Fernando Alonso de Benavides-, la reina Adelaida de Aquitania (la madre de Roberto II, el Piadoso), era hija de Guillermo III, Duque de Aquitania, hijo del infante Ebles Manzer (hijo ilegítimo de Ranulfo II, rey de Aquitania) y de la princesa inglesa, Adele de Wessex (hija legítima de Eduardo el Viejo, rey de Wessex y rey de Inglaterra, y nieta de San Alfredo el Grande, rey de Wessex y rey de los Anglosajones, quien, además, ulteriormente fuese declarado santo de las Iglesias Católica, Ortodoxa y Anglicana). Amén de ser, la reina Adelaida de Aquitania -al igual que su esposo, el rey Hugo Capeto-, descendiente de Carlomagno, Emperador de Occidente, rey de los francos y rey nominal de los lombardos, así como de su padre, el también rey de los francos, Pipino IIL, el Breve, nieto de Pipino II, el Joven. Lo que patentiza aún más, el ancestro real europeo del infante Fernando Alfonso de Benavides por más de 500 años, y su ancestro real judío por más de 2.000 años, como descendiente directo de la Casa de los Ben-Avid. Una realidad histórica que hace absolutamente incontrastable el rancio, nobilísimo y real linaje de los Benavides. Por lo tanto, el Benavides que llevase o llevare este apellido por sangre (no por adopción, ni por matrimonio, ni por un dádiva), y sin importar que tan humilde pudiese ser, es “nobleza no titulada”, al descender del infante Don Fernando Alfonso de Benavides, I Señor de Benavides, así como de la Casa de Benavides de las juderías de León, y descender del IX Señor de Benavides y I Señor de Santisteban del Puerto, Don Men Rodríguez de Biedma y Benavides; hijo de Diego Sánchez de Biedma y Benavides y de María Afonso de Benavides, hija de Juan Alonso o Alfonso de Benavides, VI Señor de Benavides, y hermana de Juan Alonso de Benavides, el Mozo, VIII Señor de Benavides (quien, al no dejar descendencia, instituyó por testamento, en 1358, la villa de Ágreda, no tan sólo la sucesión legítima de la Casa de Benavides en su sobrino por el linaje Benavides, Men Rodríguez de Biedma y Benavides, sino que, para que no se perdiera este linaje, por mayorazgo, dispuso que se llevara, en un modo obligatorio, el apellido Benavides en sus descendientes). Y procede, al igual -por el lado de la Casa de Biedma, y no de la Casa de Benavides-, del célebre Don Iñigo Iñiguez de Biedma, el reconquistador de Andalucía, y de su hijo, Rodrigo Iñiguez de Biedma, abuelo de Men Rodríguez de Biedma y Benavides. Realidad por la que el origen de los Benavides no se halla en Don Rodrigo Íñiguez de Biedma -como algunos autores lo aseveran-, sino en el infante Don Fernando Alfonso de Benavides y en la real Casa de Benavides, con su reales armas, y en con toda su real ascendencia judía y europea.