Desde el punto de vista gastronómico, la tradición de cuaresma ha influido en el recetario de los pueblos que acogen la fe cristiana, si bien sus ingredientes han variado debido a las cambiantes consideraciones de los líderes de la Iglesia, a veces poco tolerantes, o por la fusión de costumbres culinarias.
Es en el siglo II cuando el Papa Víctor institucionaliza un "gran ayuno" cercano a las fechas de la pascua judía, y un ayuno comunitario en viernes y sábado santo. Un siglo más tarde, y tras varias ampliaciones, se considera que si Jesús ayunó 40 días en el desierto, el periodo de vigilia debe tener la misma duración: por eso recibió el nombre cuaresma.
El ayuno consistía en comer una vez al día, sólo que entonces se prohibía el consumo de todo alimento de origen animal (carne y productos lácteos). Por cierto, ocasionalmente se daban excedentes de huevo, y para evitar desperdicios eran cocidos y pintados con la finalidad de no confundirlos con los más frescos, iniciando de esta manera la tradición de los huevos de pascua.
Con el paso del tiempo, el recetario de cuaresma se ha diversificado por la inclusión de elementos culinarios de distintos pueblos y porque ha permitido el consumo de carnes blancas (pollo, conejo) y ante todo, pescados y mariscos.
Es en el siglo II cuando el Papa Víctor institucionaliza un "gran ayuno" cercano a las fechas de la pascua judía, y un ayuno comunitario en viernes y sábado santo. Un siglo más tarde, y tras varias ampliaciones, se considera que si Jesús ayunó 40 días en el desierto, el periodo de vigilia debe tener la misma duración: por eso recibió el nombre cuaresma.
El ayuno consistía en comer una vez al día, sólo que entonces se prohibía el consumo de todo alimento de origen animal (carne y productos lácteos). Por cierto, ocasionalmente se daban excedentes de huevo, y para evitar desperdicios eran cocidos y pintados con la finalidad de no confundirlos con los más frescos, iniciando de esta manera la tradición de los huevos de pascua.
Con el paso del tiempo, el recetario de cuaresma se ha diversificado por la inclusión de elementos culinarios de distintos pueblos y porque ha permitido el consumo de carnes blancas (pollo, conejo) y ante todo, pescados y mariscos.