PUENTE ALMUHEY: ....

.

Estar tan cerca y a la vez tan lejos.

Bastaría, tan solo, que yo estirase mi brazo,

frente a ti,

y tú algaras el tuyo, frente a mí,

para que las yemas de nuestros dedos

pudieran alcanzarse y así sentir el roce

de esa piel que ansía el contacto,

al igual que la árida tierra

anhela el retorno de las lluvias.

Mis ojos miran los tuyos,

tan próximos como distantes,

y sienten la tristeza que los acompañan,

pues entienden en el abrazo

esa plenitud de amor

que tan solo ellos comprenden y guardan.

Cuántos abrazos en la cuenta del ‘debe’.

Cuántos abrazos en la cuenta del ‘haber’.

Prometo frente a este horizonte

que ante mi, solitario se muestra,

que serán saldados

una vez que el viento sople a favor

disipando esta sombra que nos asola.

Abrazaré, de nuevo, tu cuerpo y tu alma

como nunca antes lo hube abrazado

y sé, bien que sé, que tú abrazas el mío

como si fuera aquella primera vez

en la que se encontraron y se descubrieron.

Abrazaré tu cuerpo y tu alma

como si fuera el principio de todo

como si fuera el final de nada

como si fueran a separarnos

por ese tiempo que solo la vida decide

y sentiré, de nuevo, el calor de tu alma

y el palpitar de tu cuerpo

grabarse definitivo en mi recuerdo

por si otra sombra quisiera amanecer mañana.

José Manuel Contreras