He decidido
sentarme sobre el silencio
para escuchar mis palabras
y mirarme
con sencillez en el viento
reflejado sobre la tarde
a enfrentar mis miedos.
¿Quién soy realmente?
Y si no fuera ese “yo” que anhelo
el que descubro cuando me hablo
y cuando me escucho…
¿En quién me he convertido?
¿En qué me estoy convirtiendo?
Debo reconciliarme conmigo mismo
debo convocar
a las fuerzas que dan y quitan vida
para que me ayuden
a recuperar mi camino
esa senda que me fue mostrada
al poco de haber nacido
y que siento haber perdido
y que siento he abandonado.
Me prometo volver a caminar descalzo
para sentir el latido profundo de la Tierra
para reconocer el discurrir del agua
que las nubes regalan tras la tormenta
buscando su curso libre
nada de adornos ni aderezos
no duele el caminar
solo duele la incapacidad de hacerlo.
Caminemos de nuevo
pues la vida espera.
José Manuel Contreras
sentarme sobre el silencio
para escuchar mis palabras
y mirarme
con sencillez en el viento
reflejado sobre la tarde
a enfrentar mis miedos.
¿Quién soy realmente?
Y si no fuera ese “yo” que anhelo
el que descubro cuando me hablo
y cuando me escucho…
¿En quién me he convertido?
¿En qué me estoy convirtiendo?
Debo reconciliarme conmigo mismo
debo convocar
a las fuerzas que dan y quitan vida
para que me ayuden
a recuperar mi camino
esa senda que me fue mostrada
al poco de haber nacido
y que siento haber perdido
y que siento he abandonado.
Me prometo volver a caminar descalzo
para sentir el latido profundo de la Tierra
para reconocer el discurrir del agua
que las nubes regalan tras la tormenta
buscando su curso libre
nada de adornos ni aderezos
no duele el caminar
solo duele la incapacidad de hacerlo.
Caminemos de nuevo
pues la vida espera.
José Manuel Contreras