me abandones noche
no me dejes solo
no permitas que las luces del amanecer
acaben con el sueño
de mis sueños
tantas veces soñado.
¿Y si no fuera un sueño?
Quizá sea el sueño reiterado
de un recuerdo
que regresa a mi cuando te pienso
en la soledad
de las noches sin luna
abrazado a mi almohada
como cuando era un niño.
No ha pasado el tiempo
y te veo igual que te veía antaño
no ha transcurrido el tiempo
y te siento igual que te sentía
cuando acomodado en tu regazo
me recitabas escenas de valientes mujeres
a las que prestabas tu vida en los escenarios.
Cuántas vidas regaladas
antes de tu partida
cuánta vida me has enseñado
antes de alcanzar tu último viaje
cuán agradecido le estoy a la noche
que te regresa hasta mis sueños
para de nuevo vivirte
preñando el cielo de estrellas.
Entre bambalinas te veía y te escuchaba
eras tú sin serlo
eras cada una de ellas siendo tú
mientras las candilejas celosas
y los focos vestidos con papel de colores
pugnaban con la luz de tu rostro
y la belleza de tus labios
en partida siempre perdida
por su insolencia.
No me dejes solo noche
no me abandones
acompáñame en mis sueños
y conocerás a mi Madre.
José Manuel Contreras
no me dejes solo
no permitas que las luces del amanecer
acaben con el sueño
de mis sueños
tantas veces soñado.
¿Y si no fuera un sueño?
Quizá sea el sueño reiterado
de un recuerdo
que regresa a mi cuando te pienso
en la soledad
de las noches sin luna
abrazado a mi almohada
como cuando era un niño.
No ha pasado el tiempo
y te veo igual que te veía antaño
no ha transcurrido el tiempo
y te siento igual que te sentía
cuando acomodado en tu regazo
me recitabas escenas de valientes mujeres
a las que prestabas tu vida en los escenarios.
Cuántas vidas regaladas
antes de tu partida
cuánta vida me has enseñado
antes de alcanzar tu último viaje
cuán agradecido le estoy a la noche
que te regresa hasta mis sueños
para de nuevo vivirte
preñando el cielo de estrellas.
Entre bambalinas te veía y te escuchaba
eras tú sin serlo
eras cada una de ellas siendo tú
mientras las candilejas celosas
y los focos vestidos con papel de colores
pugnaban con la luz de tu rostro
y la belleza de tus labios
en partida siempre perdida
por su insolencia.
No me dejes solo noche
no me abandones
acompáñame en mis sueños
y conocerás a mi Madre.
José Manuel Contreras