Déjeme madre
que salga a la noche
y suba hasta los riscos
quiero hablarle al viento.
No temo madre
la soledad de los caminos
ni las voces del bosque
temo más el silencio de los hombres
y la mirada esquiva
del que oculta verdades
mientras pregona mentiras.
Déjeme madre
que las estrellas
perlarán el cielo
iluminando el camino
por el robledal
y las luciérnagas
acompañarán mi velada.
No temo madre
perderme en ese laberinto
hacia el que caminan mis pasos
temo más vivir sin rumbo
y no saber dónde nace mi alma
o en qué lugar palpita mi corazón.
Déjeme madre
prometo volver
sé que encontraré el camino
de regreso
una vez que las respuestas
queden guardadas en mi zurrón.
No temo mi niño
porque la noche te lleve
aguardaré tu vuelta
hasta que decida
regresarte el viento.
Jose Manuel Contreras
que salga a la noche
y suba hasta los riscos
quiero hablarle al viento.
No temo madre
la soledad de los caminos
ni las voces del bosque
temo más el silencio de los hombres
y la mirada esquiva
del que oculta verdades
mientras pregona mentiras.
Déjeme madre
que las estrellas
perlarán el cielo
iluminando el camino
por el robledal
y las luciérnagas
acompañarán mi velada.
No temo madre
perderme en ese laberinto
hacia el que caminan mis pasos
temo más vivir sin rumbo
y no saber dónde nace mi alma
o en qué lugar palpita mi corazón.
Déjeme madre
prometo volver
sé que encontraré el camino
de regreso
una vez que las respuestas
queden guardadas en mi zurrón.
No temo mi niño
porque la noche te lleve
aguardaré tu vuelta
hasta que decida
regresarte el viento.
Jose Manuel Contreras