Aún recuerdo
tu sonrisa
y tus ojos
mirándome cuando nos hablábamos
nuestras conversaciones
nuestros consuelos
nuestros pasados y nuestros presentes
también nuestros futuros
cuando hablábamos de ‘nuestros pequeños’
y nos intercambiábamos sus últimas fotografías
con sus sonrisas y nuestros anhelos.
Hace tiempo
que nuestras palabras
no se encontraban y danzaban
en ese baile acompasado de alegrías
y esperanzas
que nacía en nuestros labios
hasta fundirse con el viento
y volar más allá de donde vuelan los sueños.
Esta mañana
me he enterado de tu partida
esta mañana
he sentido cómo se escapaba parte de mi alma
cómo se escapaba parte de mi vida.
De nuevo el cáncer
de nuevo tú muerte
de nuevo las despedidas
de nuevo los adioses a destiempo
de nuevo mi playa vacía
antes partieron otros
ahora partes tú mi amiga.
Cirros y cúmulos blancos
recortan el azul del cielo
de esta mañana de otoño
mientras emprendes tu vuelo
sin haber recorrido la senda previamente marcada.
Me arrebataste lo que más quería
aquel veinticuatro de agosto
y una vez más te acercas
insolente y en silencio
con paso cobarde y decidido
a robar una vida inacabada.
Vivirás
viviréis no solo en mi memoria
pues compartiré vuestro recuerdo
con el eco eterno que nos reservan los sueños
y haré vuestras palabras mías
susurrándole a la luna cada noche
mientras aguarda el nacer del nuevo día.
tu sonrisa
y tus ojos
mirándome cuando nos hablábamos
nuestras conversaciones
nuestros consuelos
nuestros pasados y nuestros presentes
también nuestros futuros
cuando hablábamos de ‘nuestros pequeños’
y nos intercambiábamos sus últimas fotografías
con sus sonrisas y nuestros anhelos.
Hace tiempo
que nuestras palabras
no se encontraban y danzaban
en ese baile acompasado de alegrías
y esperanzas
que nacía en nuestros labios
hasta fundirse con el viento
y volar más allá de donde vuelan los sueños.
Esta mañana
me he enterado de tu partida
esta mañana
he sentido cómo se escapaba parte de mi alma
cómo se escapaba parte de mi vida.
De nuevo el cáncer
de nuevo tú muerte
de nuevo las despedidas
de nuevo los adioses a destiempo
de nuevo mi playa vacía
antes partieron otros
ahora partes tú mi amiga.
Cirros y cúmulos blancos
recortan el azul del cielo
de esta mañana de otoño
mientras emprendes tu vuelo
sin haber recorrido la senda previamente marcada.
Me arrebataste lo que más quería
aquel veinticuatro de agosto
y una vez más te acercas
insolente y en silencio
con paso cobarde y decidido
a robar una vida inacabada.
Vivirás
viviréis no solo en mi memoria
pues compartiré vuestro recuerdo
con el eco eterno que nos reservan los sueños
y haré vuestras palabras mías
susurrándole a la luna cada noche
mientras aguarda el nacer del nuevo día.