Muchas veces tenemos miedo. Miedo de lo que podríamos no ser capaces de hacer, de lo que podrían pensar si lo intentamos. Dejamos que nuestros temores se apoderen de nuestras esperanzas. Decimos que no, cuando queremos decir que sí. Nos callamos cuando queremos gritar y gritamos cuando deberíamos cerrar la boca. ¿Por que? Después de todo sólo vivimos una vez. No hay tiempo de tener miedo. Entonces adelante. Haz lo que nunca hiciste. Atrévete. Olvida que te están mirando. Intenta la jugada imposible. Corre el riesgo. No te preocupes por no ser aceptado. No te conformes con ser uno más. Nadie te ata. Nadie te obliga. Sé tú mismo. No tienes nada que perder y todo, todo, todo por ganar...