Inundemos plazas y calles
con la razón
que otorga la indignación
de aquellos que sienten
que los intereses de la minoría
prevalecen sobre los de la mayoría
justificando lo injustificable
y desoyendo el silencioso grito
de los que observamos el intolerable presente
que abre puertas, ventanas y balcones
a un futuro dirigido por la desvergüenza
de la atrevida ignorancia
de los que nos gobiernan.
Decidamos nuestro futuro
cada día con nuestra presencia
y no cada cuatro años
en urnas de estados, autonomías o ayuntamientos
no entregamos ‘cheques en blanco’
para llenar los bolsillos
de los políticos de turno
de los banqueros sin escrúpulos
de los corruptos insaciables
de los incompetentes recolocados
de los gobiernos que no gobiernan
de los inútiles veletas
de los que dicen lo que no hacen
y hacen lo que no dicen.
Sé que hay otros presentes
para un futuro diferente
por eso mi intolerancia a lo intolerable
de los que justifican sus acciones
ante un único camino… el suyo
¿Y el mío?
¿Y el tuyo?
¿Y el nuestro?
¿Y el vuestro?
Ya conozco el de ellos
mientras nos vacían los bolsillos
los suyos cada vez más llenos
pretenden hipotecarnos el futuro
engordando su presente
y garantizándose un buen retiro.
Hagamos del 15 de mayo
un estandarte
y no una fecha
que el quince sea quince
y el uno, y el cuatro, y el doce, y el veinte,
y el veintidós, y el treinta…, también
gritaré en silencio
cada mañana
y mi grito permanecerá vibrando
sobre el eco del viento
hasta encontrarse con el tuyo
y con el de él y con el de ella
y con el de ellos y con el de ellas
convirtiendo nuestro grito
en el silencioso grito de la indignación.
con la razón
que otorga la indignación
de aquellos que sienten
que los intereses de la minoría
prevalecen sobre los de la mayoría
justificando lo injustificable
y desoyendo el silencioso grito
de los que observamos el intolerable presente
que abre puertas, ventanas y balcones
a un futuro dirigido por la desvergüenza
de la atrevida ignorancia
de los que nos gobiernan.
Decidamos nuestro futuro
cada día con nuestra presencia
y no cada cuatro años
en urnas de estados, autonomías o ayuntamientos
no entregamos ‘cheques en blanco’
para llenar los bolsillos
de los políticos de turno
de los banqueros sin escrúpulos
de los corruptos insaciables
de los incompetentes recolocados
de los gobiernos que no gobiernan
de los inútiles veletas
de los que dicen lo que no hacen
y hacen lo que no dicen.
Sé que hay otros presentes
para un futuro diferente
por eso mi intolerancia a lo intolerable
de los que justifican sus acciones
ante un único camino… el suyo
¿Y el mío?
¿Y el tuyo?
¿Y el nuestro?
¿Y el vuestro?
Ya conozco el de ellos
mientras nos vacían los bolsillos
los suyos cada vez más llenos
pretenden hipotecarnos el futuro
engordando su presente
y garantizándose un buen retiro.
Hagamos del 15 de mayo
un estandarte
y no una fecha
que el quince sea quince
y el uno, y el cuatro, y el doce, y el veinte,
y el veintidós, y el treinta…, también
gritaré en silencio
cada mañana
y mi grito permanecerá vibrando
sobre el eco del viento
hasta encontrarse con el tuyo
y con el de él y con el de ella
y con el de ellos y con el de ellas
convirtiendo nuestro grito
en el silencioso grito de la indignación.