Esta mañana
he mirado mis manos
las he descubierto sobre el brazo del sofá
del salón
pacientes
como esos girasoles
que aguardan
expectantes
una nueva salida del sol.
He visto
las huellas de la vida vivida
surcando aquella piel
que antaño fue joven
y en la que ahora
reposan los recuerdos,
los sinsabores, las alegrías,
los adioses…, y los sueños.
Y las he descubierto
porque he sentido
las de mis hijas al abrazarme
y decirme ‘te quiero’
las he descubierto
porque he encontrado en las suyas
toda una vida por vivir
incierta y desconocida
pero ansiosa por venir
y acomodarse a su lado.
He descubierto sus manos
he descubierto mis manos
cuánta vida vivida
cuánta vida por vivir
permíteme que abrece hoy
el mañana
permíteles que abracen hoy
el ayer
permíteme abrazarlas ayer
hoy
mañana
y siempre.
he mirado mis manos
las he descubierto sobre el brazo del sofá
del salón
pacientes
como esos girasoles
que aguardan
expectantes
una nueva salida del sol.
He visto
las huellas de la vida vivida
surcando aquella piel
que antaño fue joven
y en la que ahora
reposan los recuerdos,
los sinsabores, las alegrías,
los adioses…, y los sueños.
Y las he descubierto
porque he sentido
las de mis hijas al abrazarme
y decirme ‘te quiero’
las he descubierto
porque he encontrado en las suyas
toda una vida por vivir
incierta y desconocida
pero ansiosa por venir
y acomodarse a su lado.
He descubierto sus manos
he descubierto mis manos
cuánta vida vivida
cuánta vida por vivir
permíteme que abrece hoy
el mañana
permíteles que abracen hoy
el ayer
permíteme abrazarlas ayer
hoy
mañana
y siempre.