Envidio
la noche
y la mañana
y la luna
y el sol
y las estrellas, también;
y la mar
y el azul del cielo
en primavera
y las montañas
y los valles
lejanos
y el nacimiento
de los arroyos
y el color rojo
de la amapola, también.
Envidio
la voz
y el eco
y el verso
y la palabra
y el silencio, también;
y el lienzo
del cuadro inmaculado
y la paleta de colores
en la mano del creador
y el dibujo
por hacer
y la imagen
en blanco y negro
y el arcoíris tras la lluvia
y los ojos que miran
y los que son mirados, también.
Envidio
las manos que hablan
y los brazos que acogen
y los labios que besan
y las huellas que abren camino
y el canto de las aves
y el vuelo libre de la gaviota
y el viento que baila la cometa, también.
Si bien
no envidio
las riquezas del mundo
ni la belleza del rostro
ni el poder de los hombres
ni los años vividos
ni los que quedan por vivir, tampoco;
ni las palabras huecas
ni la amistad interesada
ni la doble moral
ni la simple moral, tampoco.
Todo es efímero
nada es eterno
me recuerda el silencio
sin embargo
conozco muchos todos
eternos
y conozco muchas nadas
efímeras
déjame
que sea parte de tu todo
y deje
de ser parte de tu nada.
la noche
y la mañana
y la luna
y el sol
y las estrellas, también;
y la mar
y el azul del cielo
en primavera
y las montañas
y los valles
lejanos
y el nacimiento
de los arroyos
y el color rojo
de la amapola, también.
Envidio
la voz
y el eco
y el verso
y la palabra
y el silencio, también;
y el lienzo
del cuadro inmaculado
y la paleta de colores
en la mano del creador
y el dibujo
por hacer
y la imagen
en blanco y negro
y el arcoíris tras la lluvia
y los ojos que miran
y los que son mirados, también.
Envidio
las manos que hablan
y los brazos que acogen
y los labios que besan
y las huellas que abren camino
y el canto de las aves
y el vuelo libre de la gaviota
y el viento que baila la cometa, también.
Si bien
no envidio
las riquezas del mundo
ni la belleza del rostro
ni el poder de los hombres
ni los años vividos
ni los que quedan por vivir, tampoco;
ni las palabras huecas
ni la amistad interesada
ni la doble moral
ni la simple moral, tampoco.
Todo es efímero
nada es eterno
me recuerda el silencio
sin embargo
conozco muchos todos
eternos
y conozco muchas nadas
efímeras
déjame
que sea parte de tu todo
y deje
de ser parte de tu nada.