¡Qué espejo ciego
vuelto siempre hacia sí mismo!
La luna redonda y pura
desnudándose en las aguas del silencio.
Me quedo pálido y alto
y mi música se mueve con la música del cielo.
Me quedo blanco, callado
contemplándome en las aguas
quietas de mi pensamiento.
Esto me basta: Saber
que si veo cruzar peces
por el fondo de la luna transparente
serán tan solo el reflejo
de aquéllos que pasan lentos
por el fondo de mis ojos de oro y hielo.
Gabriel Celaya
vuelto siempre hacia sí mismo!
La luna redonda y pura
desnudándose en las aguas del silencio.
Me quedo pálido y alto
y mi música se mueve con la música del cielo.
Me quedo blanco, callado
contemplándome en las aguas
quietas de mi pensamiento.
Esto me basta: Saber
que si veo cruzar peces
por el fondo de la luna transparente
serán tan solo el reflejo
de aquéllos que pasan lentos
por el fondo de mis ojos de oro y hielo.
Gabriel Celaya