Cierra los ojos.
Y mira alrededor.
Ha comenzado todo. Si levantas las manos
notarás como late el corazón del viento.
La revuelta ha incendiado las aceras,
y los nuestros, perdidos en la noche,
brillan igual que ángeles.
Del recuerdo hemos hecho
la pira silenciosa que ilumina el otoño; de la vida,
la eterna cabalgada hacia el final del mundo.
Toca mis manos y podrás amarme,
siente mis dientes y vendrá la noche
a recorrer tu espalda con un escalofrío.
No hay nada que no valga la pasión de una lágrima,
ni tragedia que venga sin incendiar tus labios.
Así que ven y deja que el azar te abrase,
a este lado del río
podrás oír aullar al universo.
Oscar Martin Centeno
Y mira alrededor.
Ha comenzado todo. Si levantas las manos
notarás como late el corazón del viento.
La revuelta ha incendiado las aceras,
y los nuestros, perdidos en la noche,
brillan igual que ángeles.
Del recuerdo hemos hecho
la pira silenciosa que ilumina el otoño; de la vida,
la eterna cabalgada hacia el final del mundo.
Toca mis manos y podrás amarme,
siente mis dientes y vendrá la noche
a recorrer tu espalda con un escalofrío.
No hay nada que no valga la pasión de una lágrima,
ni tragedia que venga sin incendiar tus labios.
Así que ven y deja que el azar te abrase,
a este lado del río
podrás oír aullar al universo.
Oscar Martin Centeno