No te quedes en el umbral, entra.
Mi casa es la tuya.
Necesito que me ayudes;
estoy ordenando mi armario,
y tengo que retirar cosas
para que me quepa el abrigo.
Muchas no las necesito,
y me ocupan un espacio necesario;
pero me cuesta distinguirlas.
Quiero que en mi armario se oiga eco.
No usar la plancha cada vez
que me ponga una ropa saturada.
Ayúdame a vaciarlo
sin sentirme expropiada;
ver como oportunidad su desocupo.
Y por último,
acompáñame al mercado de la vida
para adquirir solamente aquello,
que me colme.
Mi casa es la tuya.
Necesito que me ayudes;
estoy ordenando mi armario,
y tengo que retirar cosas
para que me quepa el abrigo.
Muchas no las necesito,
y me ocupan un espacio necesario;
pero me cuesta distinguirlas.
Quiero que en mi armario se oiga eco.
No usar la plancha cada vez
que me ponga una ropa saturada.
Ayúdame a vaciarlo
sin sentirme expropiada;
ver como oportunidad su desocupo.
Y por último,
acompáñame al mercado de la vida
para adquirir solamente aquello,
que me colme.