Mi amiga, en esta mañana soleada, no muy lejos de las riberas del Tajo, casi casi en la paz del campo, en olores campesinos, leo tus versos, estos me empujan a recuerdos, y puede que recoja de una tarde un manojo de versos, hechos memoria.
De la mano del viento, los envío hacia el Norte, en toda su ternura. Es lo que me pide el instante en que ya me bullen, en un retorno al pasado.
LA TARDE AQUELLA
La evoco de su amor adelantada
temblando de sus labios en ternura.
En este amanecer, se repite su llegada,
porque aún no ha envejecido mi locura.
Cantaron las mil aves: Si, cantaron
y cantan como ayer en la arboleda...
Ella portaba en sus manos
un manojo de perfumadas violetas.
Una mano caliente tierna
y diminuta se rebullía en mi mano
en la tarde llena de promesas.
! Hermosa tarde!-Dijo ella
de su voz sonora-
me crecían cosas pequeñas
que se hacía grandes en mis venas...
No se que albores cristalinos,
imaginaron unos versos de poeta.
"No conozco el mar, ni remolinos
de agua mas allá de algún poema.
No conozco el mar azul
solo he leído cuentos de sirenas:ç
! Tu será una de ellas!
Tu serás esta tarde las olas,
las canciones marinas
y los cantos de las caracolas.
Tu serás la espuma
dejando de besos blancos en la arena"
! Que extraño sentimiento me corteja!
-digo, dije, en la tarde aquella.
En el diáfano reposo,
sonreiría ella...
Creo cayeron jotas de sus ojos
y en mí se despertó un extraña fuerza
que condujeron mi abrazo a su cintura
pegando mi boca con ardor a la de ella.
Estoy pensando si brotarían mil luceros
y en la plenitud del día crecieron las estrelas.
Si recuerdo bien, como, la brisa;
ponía suaves besos en la hierba,
y que rebelde el vientecillo removía
las hojas de la higuera.
! Que hermosa fuera la voz del campo!
! Que grandiosidad, que gran belleza
entre suspiros, suspirando.
en amor, la tarde aquella.
libertad. En el día de la fecha.
De la mano del viento, los envío hacia el Norte, en toda su ternura. Es lo que me pide el instante en que ya me bullen, en un retorno al pasado.
LA TARDE AQUELLA
La evoco de su amor adelantada
temblando de sus labios en ternura.
En este amanecer, se repite su llegada,
porque aún no ha envejecido mi locura.
Cantaron las mil aves: Si, cantaron
y cantan como ayer en la arboleda...
Ella portaba en sus manos
un manojo de perfumadas violetas.
Una mano caliente tierna
y diminuta se rebullía en mi mano
en la tarde llena de promesas.
! Hermosa tarde!-Dijo ella
de su voz sonora-
me crecían cosas pequeñas
que se hacía grandes en mis venas...
No se que albores cristalinos,
imaginaron unos versos de poeta.
"No conozco el mar, ni remolinos
de agua mas allá de algún poema.
No conozco el mar azul
solo he leído cuentos de sirenas:ç
! Tu será una de ellas!
Tu serás esta tarde las olas,
las canciones marinas
y los cantos de las caracolas.
Tu serás la espuma
dejando de besos blancos en la arena"
! Que extraño sentimiento me corteja!
-digo, dije, en la tarde aquella.
En el diáfano reposo,
sonreiría ella...
Creo cayeron jotas de sus ojos
y en mí se despertó un extraña fuerza
que condujeron mi abrazo a su cintura
pegando mi boca con ardor a la de ella.
Estoy pensando si brotarían mil luceros
y en la plenitud del día crecieron las estrelas.
Si recuerdo bien, como, la brisa;
ponía suaves besos en la hierba,
y que rebelde el vientecillo removía
las hojas de la higuera.
! Que hermosa fuera la voz del campo!
! Que grandiosidad, que gran belleza
entre suspiros, suspirando.
en amor, la tarde aquella.
libertad. En el día de la fecha.
