Si hoy descendiera el Cristo, no vendria a los antros
donde el poder se compra, se vende la conciencia;
ni a las crudas Babeles de New York o Bruselas.
El Cristo nacería tal vez en un país
que tolera la indigencia;
O en la sórdica choza del Congo, de Etiopia,
donde los niños mueren de infinita tristeza.
¿Ha fracasado el Cristo? ¿Donde fue su mensaje
de gloria en las alturas y paz para la tierra?.
¿No seguimos matandonos, hermanos contra hermanos,
inventando pretextos, endiosando la fuerza?
Tras los años blancos de la misión de cristo.
los dos mil años negros de Judas nos asedian.
¿Donde está tu victoria, hijo del capintero?
¿Dejaste tu semilla caer sobre las piedras?
En esta larga noche, en esta noche fria,
a la luz de recuerdo que hace esta noche buena,
silenciemos el terco tictac de los relojes,
sin olvidar los males que anuestro mundo aquejan.
Y que el Niño nacido en las Paz del establo
nos devuelva mañana la fe y la fortaleza
para cambiar las cosas un poco cada dia,
para buscar su mano si nos ciñe la niebla.
donde el poder se compra, se vende la conciencia;
ni a las crudas Babeles de New York o Bruselas.
El Cristo nacería tal vez en un país
que tolera la indigencia;
O en la sórdica choza del Congo, de Etiopia,
donde los niños mueren de infinita tristeza.
¿Ha fracasado el Cristo? ¿Donde fue su mensaje
de gloria en las alturas y paz para la tierra?.
¿No seguimos matandonos, hermanos contra hermanos,
inventando pretextos, endiosando la fuerza?
Tras los años blancos de la misión de cristo.
los dos mil años negros de Judas nos asedian.
¿Donde está tu victoria, hijo del capintero?
¿Dejaste tu semilla caer sobre las piedras?
En esta larga noche, en esta noche fria,
a la luz de recuerdo que hace esta noche buena,
silenciemos el terco tictac de los relojes,
sin olvidar los males que anuestro mundo aquejan.
Y que el Niño nacido en las Paz del establo
nos devuelva mañana la fe y la fortaleza
para cambiar las cosas un poco cada dia,
para buscar su mano si nos ciñe la niebla.