Las tristezas no se quedan para siempre cuando caminamos en dirección a lo que siempre deseamos.
El amor no está en el otro, está dentro de nosostros mismos; nosotros lo despertamos. Pero para que despierte necesitamos del otro.
El amor no está en el otro, está dentro de nosostros mismos; nosotros lo despertamos. Pero para que despierte necesitamos del otro.