Compramos energía a futuro



Mejores mensajes de PUENTE ALMUHEY:
Después de mucho pensar

y de poco soñar…,

o fue después de mucho soñar

y de poco pensar.

No importa.

¿Qué más da?

El caso es que por fin

me decidí

a saltar, con todas mis fuerzas,

hasta alcanzar una nube viajera

que mostrando su osadía

se atrevió a volar sobre

este solitario corazón.

Puede asirme con mi mano derecha

al borde troquelado,

bajo un cielo azul y despejado,

que recortaba caprichosa

la informe nube

animada por los vientos.

Ya nada volvería a ser igual

ya todo sería distinto.

Me prometí antaño

que si al final lo conseguía

no volvería a posar mis pies,

vestidos o desnudos,

sobre la faz de la tierra.

Me sentaría

con la vista fijada en el frente

y pondría rumbo al inalcanzable horizonte

dejando atrás

la huellas ya marcadas

y la vida ya vivida.

Sobrevolaría valles y océanos,

lagos y montañas,

ríos, arroyos y praderas,

caminos y ciudades;

sobrevolaría pueblos y senderos,

aldeas y verdes campos.

Dejaría volar libre,

por fin,

a este solitario corazón,

después de mucho soñar

y poco pensar…,

o era después de mucho pensar

y poco soñar.

No importa ya.

José Manuel Contreras

. ... (ver texto completo)
Esta mañana temprano

amaneciendo aún el día

me he tomado el pulso

y ni rastro de él sentía.

No sé si por mi ignorancia

o por mi falta de atino

pero por más que lo intentaba

no me encontraba el latido.

El desasosiego me abrazaba,

yo lo intentaba de mil maneras

poniendo en ello todo mi empeño

sin que ni así lograrlo pudiera.

Busqué en las muñecas de mis manos

busque en las venas de mi cuello

incluso palpándome las ingles

sin encontrar el latido certero.

Miré a un lado primero y luego a otro

encontrándote junto a mi dormida,

pensé en si despertarte ahora

o esperar por si el latido volvía.

Acerqué tembloroso mi cuerpo al tuyo

sintiendo ahora tu calor y el mío

descubriendo para mi total asombro

el palpitar en tu pecho de dos latidos.

La alegría retornó de nuevo a mi vida

pues mi corazón no lo había perdido

te lo entregué aquella tarde de invierno

poco después de haberte conocido.

Huyeron de mi lado sombras y miedos

llegados amaneciendo aún el día,

y buscando ahora el perdido palpitar

he encontrado dos que a la par latían.

José Manuel Contreras ... (ver texto completo)
Recibidos!
Y ya van de vuelta.
Gracias, ki querida Amiga, por tu constancia
pues ya siento que me voy demorando.

En verdad nunca he sabido

cuando comienza el nuevo año.

José Manuel Contreras
Me pregunto qué será de él,

qué habrá sido de él,

de ella no me preocupo, ni me lo pregunto,

pues ahora va cogida de mi brazo

y me hace compañía.

Le pregunté por él una mañana,

hace ya unas mañanas,

cuando salimos a caminar caminos,

y no me respondió.

No volví a preguntar.

No volví a insistir.

¿Para qué?

Su silencio me lo dijo todo.

La lluvia cae fina,

casi sin ganas,

esta mañana de otoño.

Me compré un sombrero de ala,

discreto pero elegante,

y un abrigo de paño de color gris

haciendo juego.

Ahora veo las nubes

ahora veo la lluvia,

ahora pudo ver y entender

caminando solo con mi soledad

cogido de su brazo.

.

José Manuel Contreras ... (ver texto completo)
He girado la cabeza

para mirar atrás,

por encima de mi hombro derecho

y observar, una vez más,

el camino hasta ahora recorrido.
... (ver texto completo)
Creí que había perdido el corazón

cuando dejé de sentir su latido;

al final fue una falsa alarma

pues tan solo había dejado

de bombear la sangre

que me conecta con la vida,

y todo,

por las noticias que leo y veo,

por las noticias que miro y escucho…,

y no comprendo.

El asesinato de hombres, mujeres y niños

en indiscriminada condena a muerte;

el asesinato de mujeres, niños y hombres

en matanzas irracionales y sinsentido;

el asesinato de niños, hombres y mujeres

masacrados todos por… ¿Por qué?

Qué respuesta podría justificar lo injustificable;

qué argumentación podría dar sentido

a la destrucción y la muerte;

qué excusa se puede esgrimir

para que el Ser Humano, una vez más,

actúe como el mayor enemigo de sí mismo.

Ahora es Ucrania,

y ahora siguen siendo, también,

otros países los que permiten, vergonzosamente,

la continuidad de guerras interminables

y la creación de campos de refugiados

en los que el futuro no existe

mientras la vida continúa, en la distancia,

como si nada sucediera,

enriqueciendo a los que siempre se enriquecen

en las desgracias humanas.

Cuánta hipocresía

ante la destrucción;

cuánta hipocresía

ante la aniquilación;

cuánta hipocresía

ante la sinrazón;

cuánta hipocresía…

¿Hasta cuándo?

José Manuel Contreras ... (ver texto completo)
Igualmente mi querida Amiga.
Para ti, y para tod@s l@s que en algún momento visitan este foro.
Besos, de vuelta
Hoy me ha despertado triste

la mañana.

Quizá un sueño,

o tal vez la falta de él;

quizá un recuerdo,

o tal vez su ausencia;

quizá la llegada de este otoño

que nos acompaña,

o tal vez, la partida

de una primavera marchitada.

¿Qué razón debe anidar en mi

para que me invada la tristeza?

Qué más da, reflexiono,

siento su compañía próxima,

tan próxima que su latido

acompasa el mío.

Siento que son mis brazos

los que abrazan,

y no mi cuerpo el que siente

las presiones de un yugo.

Yo elegí la tristeza como compañera

en este anochecer que amanece.

Ahora no importa el viaje,

ahora no importa el tiempo,

ahora nada importa,

cuando la soledad decidió partir,

al alba,

desde el alfeizar de mi ventana.

Hoy siento en mi piel

los entrefríos de la tristeza

y su calidez me reconforta.

No me importa el mañana,

aún está por llegar.

José Manuel Contreras ... (ver texto completo)
podía ver lo que quisiera;

donde convocó a la envidia y al rencor.

Entró primero el rencor

seguido por la envidiosa envidia,

mas maravillados quedaron

cuando observaron la agradable estancia

y sus riquezas,

y en sus espejos se vieron

y se gustaron;

presumieron de sus figuras,

y de su fuerza

y de su sombra iluminada.

Así el corazón de él quedó libre

de rencor y de envidia,

de envidia y de rencor

por un instante, infinitamente pequeño.

Y mientras se deleitaban con sus imágenes

reflejadas en cada espejo,

él abandonó el salón, en sigiloso silencio,

y cerró tras de sí la puerta

con siete vueltas de llave.

Dentro quedaron ellos;

fuera quedó él.

Soñó que soñaba un sueño

y cuando despertó

sintió una luz diferente

latiéndole en su corazón;

y en aquel rincón,

en el que nacen los sueños,

encontró una llave

hecha de luces y de sombras

con una leyenda que decía:

“Salón de los espejos, no abrir”.

José Manuel Contreras ... (ver texto completo)
Si me miro en el espejo

observo el presente,

incluso podría observar el pasado

si entornase la mirada

y mirase a los ojos que me miran;
... (ver texto completo)
EL NIÑO QUE MURIÓ DE FRÍO
Se llamaba Pedro Turienzo Fernández. Eran sus padres Emilio y Asunción, y había nacido en 1947 en el pueblecito de Villacorta (provincia de León).

El 22 de diciembre de 1956, después de comer, se fue a jugar con su primo Agustín Honrado, de doce años (que estaba pasando unos días en Villacorta), y con otro niño de Villacorta llamado Juan José Díez Rodríguez (de nueve años).

Era una hermosa tarde soleada, y los niños se entretenían cogiendo endrinos y espantando pájaros ... (ver texto completo)
El "pastor" que salvó al niño era mi padre.
Mas o menos la historia sobre mi padre no es asi por lo que el me contó, pero da igual, decir que mi padre falleció el 13 de julio y nunca conoció al chico que salvó. Hubiera estado bien
Me gusta la primavera;

quizá porque nací un mes de mayo

de hace ya algunos años.

¿Cuántos?

Qué más da, no es la razón,
... (ver texto completo)
La vida es esa tragicomedia

que se inicia cuando se levanta el telón

en ese preciso instante en el que llegamos,

finalizando cuando se baja el telón

en ese instante preciso en el que partimos.

Esa primera escena que llena de luz y color

todo el patio de butacas,

donde diferentes espectadores, pocos al principio,

disfrutan del comienzo de la función sin saber,

realmente, en cuántos actos se divide

este espectáculo de vida,

con un auditorio cambiante según avanza

el pasar de las escenas

y tú siempre sobre las tablas hasta el final.

En cada vida solo hay un actor principal,

tú mismo,

pero sin concha ni apuntador

que pueda ayudarte a salvar la escena.

Pertenezco a una estirpe de cómicos

por varias generaciones

y me siento muy orgulloso de estos orígenes

tan diferentes a los de muchos otros,

ni mejores ni peores, pero sí diferentes.

Una troupe familiar que viajaba

de pueblo en pueblo buscando lugares

en los que mostrar que la vida es sueño

y los sueños vida son,

con un extenso repertorio

haciendo así las delicias de unos espectadores

que ávidos de teatro y de noticias

llenaban cada tarde y cada noche

lugares con escenarios improvisados,

plazas donde nada había antes de su llegada,

teatros con bambalinas y candilejas

permitiendo que la magia del espectáculo

llenase de vida cada rincón.

Prestar tu cuerpo y tu voz,

tu risa y tu llanto,

tu soñar y sentir…

a diferentes personajes que cobraban vida,

esa vida que el autor había escrito en el libreto.

Diferentes actos han jalonado

y jalonan mi representación;

diferentes ‘mutis por el foro’

he protagonizado antes de tiempo

o con el tiempo ya cumplido.

Mas se acerca, espero que sin prisa,

el final de esta mi tragicomedia

y cuando se baje el telón

no esperaré aplauso alguno,

procuraré partir en silencio

y ligero de equipaje,

igual que cuando se levantó el telón

un día de primavera de aquel lejano año.

.
José Manuel Contreras ... (ver texto completo)
No verás tus huellas

al hacer camino,

tan solo observarás

las de aquellos que te precedieron;

el rastro que vas dejando
... (ver texto completo)