El Instituto de Estudios Leoneses publica un volumen dedicado a Viñayo
Deparó la ocasión (de viajar a León) la Feria de San Juan, de larga tradición leonesa. El toro Morico, el inevitable burro Corzo, mi padre y yo, de poco más de siete años, formábamos el grupo expedicionario, aunque sólo yo vivía la excepcional aventura.
(...) La iglesia de San Isidoro -San Isidoro- debía ser muy importante, la más importante de León, porque en mi tierra cantábamos un himno que se llamaba ‘único templo real y sacerdotal’. Era toda de piedra. En la puerta, muchas figuras también de piedra y dos san isidoros...”.
Así relataba el propio Antonio Viñayo en su libro ‘Andanzas y visiones del siglo XX’ cómo conoció San Isidoro, la basílica de la que con el tiempo sería abad-prior y en la que se convertiría en uno de los personajes de la vida cultural y religiosa de la ciudad de León.
Ya ha tenido algunos reconocimientos el sacerdote de Carrocera y ahora le llega uno muy singular y coral, un libro dedicado a él. El número 9 de la colección Legio del Instituto de Estudios Leoneses de la Casa de León en Madrid lleva el escueto título de ‘Antonio Viñayo, abad’ y en él repasan su biografía humana, sacerdotal e intelectual un buen número de leoneses ilustres que le conocen muy bien: Cándido Alonso, Cordero del Campillo, Félix Pacho Reyero, Fernando Suárez, Guillermo Suárez, Antonio Trobajo, Ramón Cañas, María Amor Fombella, Etelvina Fernández, Urbano González Santos, Javier Chamorro, Miguel Ángel Cabezas, Ara Antón, Antonio del Valle y recuperan asimismo el texto citado del propio Viñayo en el que cuenta cómo conoció la Real Basílica, ‘su’ San Isidoro.
La biografía, dicen, de un hombre cabal... y mejor persona.
http://www. la-cronica. net/2011/06/01/vivir/el-nino-q ue-llego-en-su-burro-corzo-a-l a-colegiata-de-la-que-seria-ab ad-119800. htm
Deparó la ocasión (de viajar a León) la Feria de San Juan, de larga tradición leonesa. El toro Morico, el inevitable burro Corzo, mi padre y yo, de poco más de siete años, formábamos el grupo expedicionario, aunque sólo yo vivía la excepcional aventura.
(...) La iglesia de San Isidoro -San Isidoro- debía ser muy importante, la más importante de León, porque en mi tierra cantábamos un himno que se llamaba ‘único templo real y sacerdotal’. Era toda de piedra. En la puerta, muchas figuras también de piedra y dos san isidoros...”.
Así relataba el propio Antonio Viñayo en su libro ‘Andanzas y visiones del siglo XX’ cómo conoció San Isidoro, la basílica de la que con el tiempo sería abad-prior y en la que se convertiría en uno de los personajes de la vida cultural y religiosa de la ciudad de León.
Ya ha tenido algunos reconocimientos el sacerdote de Carrocera y ahora le llega uno muy singular y coral, un libro dedicado a él. El número 9 de la colección Legio del Instituto de Estudios Leoneses de la Casa de León en Madrid lleva el escueto título de ‘Antonio Viñayo, abad’ y en él repasan su biografía humana, sacerdotal e intelectual un buen número de leoneses ilustres que le conocen muy bien: Cándido Alonso, Cordero del Campillo, Félix Pacho Reyero, Fernando Suárez, Guillermo Suárez, Antonio Trobajo, Ramón Cañas, María Amor Fombella, Etelvina Fernández, Urbano González Santos, Javier Chamorro, Miguel Ángel Cabezas, Ara Antón, Antonio del Valle y recuperan asimismo el texto citado del propio Viñayo en el que cuenta cómo conoció la Real Basílica, ‘su’ San Isidoro.
La biografía, dicen, de un hombre cabal... y mejor persona.
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