MANZANEDA DE OMAÑA: Mi abuelo trabajó hacia 1860-1870 en una mina. Si Hullera...

odavía hay minas de oro inexploradas. Yacimientos camuflados entre la densa vegetación de las comarcas de Laciana, Babia occidental, Alta Omaña y Palacios del Sil. El arqueólogo leonés Rubén Rubio planea prospectar la zona. Tiene permiso de la Junta para ello. Muchos de estos enclaves eran conocidos por los astures, aunque fueron los romanos los que llevaron a cabo la explotación sistemática de los grandes complejos mineros del noroeste peninsular. Minas a cielo abierto y otras subterráneas que acabaron siendo olvidadas.

A Rubio le interesa catalogar el poblamiento antiguo y su transformación vinculada a los enclaves auríferos de la zona. Hay asentamientos incluso de la Edad del Hierro.

Aparte de los ‘depósitos’ de oro del complejo situado entre Salientes y Rabanal de Abajo, Rubio pretende catalogar otras posibles cortas mineras ‘inéditas’. Forma parte de la investigación de su tesis doctoral, que ha titulado Poblamiento antiguo y minería aurífera en la cuenca alta del río Sil (León). La investigación, realizada en el marco de la Universidad de Salamanca, bajo la dirección de Francisco Javier Sánchez-Palencia Ramos (CSIC) y Ángel Esparza Arroyo, se centra en el análisis de las transformaciones socio-económicas y políticas que tuvieron lugar en esta zona entre la I Edad del Hierro y el bajo imperio romano, es decir, a lo largo de unos 1.200 años, con especial atención al impacto de la romanización y la puesta en explotación de un importante conjunto de minas de oro en el alto valle del Sil.

«El proyecto pretende determinar la naturaleza del poblamiento prerromano y romano, estudiar la evolución del paisaje y analizar el paso de las comunidades astures de una escala local o comarcal a un sistema político de rango continental implantado por el Imperio Romano, con las drásticas transformaciones socio-económicas que este cambio debió implicar», explica Rubio.

El objetivo de la prospección arqueológica es catalogar los lugares arqueológicos enmarcados en el abanico cronológico del estudio, para a continuación plantear la posibilidad de seleccionar una serie de enclaves de especial interés (tanto castros como asentamientos en llano e incluso zonas mineras) en los que llevar a cabo excavaciones arqueológicas que ayuden a clarificar el marco temporal de los yacimientos, sus características y las formas de vida de los grupos humanos que habitaron y explotaron este territorio en la antigüedad.

La pregunta es clara, ¿fueron los yacimientos de oro la causa de tantos asentamientos en esta zona leonesa? Para Rubio, «la implantación romana en la zona estuvo condicionada en gran medida por su interés en explotar los yacimientos de oro y, por tanto, la puesta en marcha de la minería aurífera a gran escala es el principal factor que puede explicar la existencia de numerosos asentamientos castreños en el alto Sil.

Muy interesante lo que es escribes, Tirso.
Mi bisabuelo (Ubaldo Huerga, de Ribera de Grajal) fue minero en la hullera vasco-leonesa"La competidora".
Conoces historias de esa época? Hacia 1840-1880.

La Sociedad Hullera Vasco-Leonesa se constituyó el 19 de octubre de 1893, con domicilio también en Bilbao, donde alquilaría la planta baja de la casa número 12 de la calle Hurtado de Amézaga para oficinas. Con un capital de 1.375.000 pestas representado por 2750 acciones de 500 pesetas cada una en propiedad de veintinueve socios. De ellas 1850 eran acciones liberadas repartidas en dos partes: “1075 acciones, que se entregaba a Vicente Dotzaner, María Incolaza Iturrioega, Francisco Brevers, Laureano Fernández, Julián Llamas, Julio Eraso, Víctor Fernández, Julián Basarte y Carolina, Elvira, Félix y Perfecta Noval como compensación de las minas que aportaban, que eran: Candelaria, Pastora, Competidora, Olvido, Sorpresa, Zarpa I, Abandonada, Zarpa II, Demasía a la Sorpresa, Demasía a la Zarpa I y el registro hecho con el nombre de Zarpa III o Limitada. La otra porción de 775 acciones se entregaba a los socios de la Sociedad José Amézola y Compañía, en compensación a sus aportaciones, las minas de San Pablo, San José y Victoria, las labores y caminos hechos y las máquinas y herramientas para la explotación que tenían” (Anes y Tascón, 1993, 29).

El objeto de la Sociedad era explotar las minas de carbón que aportaban los socios, situadas en los términos de Santa Lucía de Gordón, Llombera y otros del ayuntamiento de la Pola de Gordón y otras bien de carbón o de optros minerales que en el futuro comprase, registrase o arrendase, quedando el primer Consejo de Administración formado por José de Amézola y Viriga (presidente), José María de Olábarrio (vicepresidente) y Daniel Gil e Iturriaga, Ramón de Ibarra y Arregui, Pedro Pablo Benoist Hipp y Pedro Mac-Mahón y Aguirre.. El puesto de Secretario General recae en José de Sagarmínaga. En 1903 se produce una ampliación de capital que pasa a ser de 2.000.000 de pesetas.

Para la preparación y explotación de las minas se nombra como director al ingeniero de minas Manuel Abad, con un sueldo anual de tres a cuatro mil pesetas, además de casa, luz y fuego, y una participación en los beneficios. Se le designa ayudante administrador a Félix Smolinski, con un sueldo anual de mil quinientas pesetas, cesado por no inspirarle confianza al director el 26 de febrero de 1894. Enseguida se contrata a Abel García como delineante-escribiente pero también durará poco en el cargo sustituido por Julián Guezúraga. El ingeniero-director es el encargado de elaborar los proyectos de explotación, que incluia un lavadero y fábrica de aglomerados. La construcción del lavadero y de la fábrica de aglomerados se encarga aEvence Coppic, de Bruselas, a Bietrix et Cie. De St. Etienne, a Naeyer et Cie. De Villebereek (Bélgica) y a Agustín Merle de Mieres (Anes y Tascón, 1993, 36).

La inauguración oficial de la explotación tuvo lugar en abril de 1895, para lo que se desplazó a Santa Lucía una Comisión del Consejo que aprovechó el viaje para inspeccionar las obras llevadas a cabo. En un primer momento parece que los gastos ocasionados por estas labores fueron más de los esperados y los resultados obtenidos no fueron demasiado satisfactorios hasta el punto de que en 1896 se piensa en la venta de las minas, acordándose en la sesión de 7 de abril de 1896 autorizar a José Antonio Ibarra la venta de las mismas en Paris o en otro lugar por tres millones de pesetas, lo que supondría un buen negocio: “Tal vez animaba también a la venta que la producción era menor que la esperada, que algunos compradores rechazaban el carbón, que los gastos obligaban a acudir a empréstitos gravosos y que el ingeniero, además de no cumplir lo manadado por el Consejo, tenía problemas continuos con los ayudantes” (Anes y Tascón, 1993, 40).

El ingeniero fue cesado en marzo de 1897, sustituido interinamente por el capataz Andrés Mediavilla, que se trasladó desde su casa de Reinosa a Santa Lucía. La contratación de un ingeniero-director se le presentaba a la empresa como ineludible que el consejero Josdé Antonio de Ibarra propone sea ingeniero de la escuela de minas de Madrid, que tuviese experiencia en las minas de carbón y dedicación exclusiva al gargo, siendo ombrado el 23 de septiembre de 1898 el ingeniero Manuel F. Garrido, con un sueldo anual de 9.000 pesetas, casa en Santa Lucía, luz, fuego y el 4% de los beneficios líquidos

Es en este momento cuando el ingeniero vasco Julio Lazúrtegui descubre los yacimientos de hierro del coto Wagner, en El Bierzo, lo que habría nuevas expectativas que plasmará después en su libro Una nueva Vizcaya a crear en El Bierzo (1918) donde considera factible crear una industria siderúrgica en Ponferrada aprovechando los abundantes recursos carboníferos y de hierro próximos, proyecto que nunca llegará a materializarse. Pero las cuencas occidentales de El Bierzo y Villablino seguían todavía aisladas, teniendo que trasportar por carretera sus carbones hasta la estación de Ponferrada en la línea de Madrid-Galicia.

Mi abuelo trabajó hacia 1860-1870 en una mina. Si Hullera vasco- leonesa se constituye en 1893 ¿Cuál fue la minda donde trabajó Ubaldo de la Huerga Cabañero que vivía en Grajal de Ribera o Ribera de la Polvorosa, León?
Nelba G Huerga Altuna. Argentina