MANZANEDA DE OMAÑA: Teiteros. Técnicas y materiales...

Teiteros. Técnicas y materiales

Los teiteros o teitadores son las personas que tienen conocimientos suficientes para retechar las casas, cabañas y hórreos. Suelen o solían ser los propietarios o los arrendados —llamados llevadores—. Estas personas en el siglo XXI se ocupan además de conseguir la oportuna subvención oficial y de reunir a los miembros de la familia para ayudar, pues al ser un trabajo complejo se necesitan varias manos. En muchos casos, además de la familia reciben la ayuda de los vecinos, siendo ésta una práctica de colaboración muy antigua llamada andecha, que viene a significar colaboración. nota 4
Haces de carrizos a la espera de su colocación en un teito.

La materia vegetal de los teitos se superpone sobre un entramado de madera que también tiene su técnica. La estructura está concebida con el propósito de ser duradera; es bastante habitual emplear la madera de avellano y de serbal de los cazadores. Esta compleja estructura ha dado lugar a un rico vocabulario o jerga, pues cada pieza, cada viga, cada terminación, tienen su propio nombre que los identifica.

Es norma general aprovechar para la construcción del teito la paja obtenida en la propia cosecha o bien las plantas adecuadas que pueda ofrecer el entorno. Esto ocurre no sólo en Asturias, León, Galicia y resto de la península sino en toda la Europa donde existen teitos. En Inglaterra se utiliza el triticale; en Irlanda la avena; en Escocia paja de cereales y juncos acuáticos; en Gales, junto a la paja, carrizos y juncos de los humedales; en Alemania carrizos; en Dinamarca paja de centeno, carrizos e incluso algas marinas; en Noruega cortezas de abedul entrelazados con los tepes; nota 6 en Suecia centeno y carrizos siempre acompañados de tepes; la isla de Gotland es muy particular: se utiliza desde tiempo inmemorial una planta muy abundante —mansiega— que los nativos llaman ag; en Islandia está documentado desde el Neolítico el uso de los tepes ya que carecen de otro vegetal; en Francia paja de trigo y centeno, cañas y retamas; en Italia en el Piamonte utilizan la paja de centeno.

En el occidente asturiano y Ancares, en las áreas agrícolas donde se puede sembrar el cereal, se utiliza preferentemente la paja de centeno. En otras zonas que son principalmente ganaderas y donde el suelo se aprovecha para pastos se utiliza la escoba, el piorno y otros arbustos suministrados por el monte. En las cabañas de teitos somedanos se emplea en mayor abundancia la escoba negra también llamada hiniesta. Se emplea además el arbusto retama blanca. Otro material vegetal es el brezo que abunda en las montañas de Somiedo. 16 Son los llamados teitos de escoba muy abundantes en las cabañas de Somiedo, Teberga
Mayal, también conocido como mayo o pértigo.

Los teiteros asturianos tienen especial preferencia por el centeno cuya paja es resistente y de calidad. Tradicionalmente este cereal se sembraba en otoño y se recogía en junio o julio. Se cortaba con la hoz procurando hacerlo a ras del suelo para un mejor aprovechamiento. Con la paja cortada se hacían gavillas y con las gavillas, manojos más grandes. Después se procedía a separar el grano; antiguamente, esto se hacía golpeando los manojos con el mayal, utensilio que en Asturias se hacía de acebo, hasta la aparición de las máquinas de majar. Cuando el grano ya estaba bien separado se hacía una selección en los manojos separando la mejor paja que de nuevo iba formando otros manojos llamados colmos o cuelmos, libres de roturas y suciedad. El desgrane del centeno constituía una gran fiesta con participación de toda la aldea. 17 Por otra parte se iban preparando de manera muy especial unas cuerdas hechas con paja entrelazadas por la parte de la espiga; venían a medir un metro de largo y con ellas se ataban los colmos a la estructura de madera. Las cuerdas reciben el nombre de bincayos, venceyas y bilortas.
Enrasado de la paja.

Después de toda esta preparación los teiteros procedían a la instalación siguiendo dos técnicas diferentes: a paleta y a beu. Todo este proceso fue transmitido por cada generación y es el que se usa en los retechados de los teitos que todavía se conservan. El teitado a paleta es el más laborioso y el más caro aunque también el más duradero; requiere de auténticos profesionales. El nombre lo toma de la herramienta que se utiliza para el enrasado de la paja y otras faenas. (Es un utensilio de madera que tiene forma de espada de 65 cm de largo por 12 cm de ancho.) Se prepara la tarea apilando en primer lugar junto a la casa los colmos de paja a la espera de su colocación. Se van colocando hacia arriba sobre la estructura de madera con la espiga hacia arriba dejando abajo un alero que protegerá de las lluvias. A partir de esta fila vertical de manojos se van colocando los demás, teniendo en cuenta que se debe tapar siempre el tramo de espigas. Para las uniones utilizan los llamados tornos, unos vástagos que suelen ser de madera de sauce. Los colmos se van igualando por la parte inferior utilizando para ello la paleta que da el nombre a esta técnica. Si en el proceso queda algún hueco entre manojo y manojo, se cubre con más paja bien colocada con la ayuda de la paleta. En el remate del cono se pone a veces un pote del revés que lo sujeta perfectamente. Las pallozas y los hórreos de los Ancares leoneses (Balouta y Campo del Agua) están teitados con esta técnica.