Poco a poco lentamente,
por escabroso sendero,
camina de su trabajo,
va fajigado el minero.
Tres o cuatro pequeñuelos
alla en la cama quedaron,
que para ver a su padre
un momento despertaron.
Subiendo por la vereda
una tos seca y constante
agudiza la fatiga
del cansancio caminante.
Pero trabaja con frio,
desenfrenado afán,
pues cada piedra que arranca,
es un pedazo de pan,
es un libro para el muchacho,
que termina la primaria,
y el año que entra ha de ir a secundaria.
Es calzado, es vestido,
es el sustento de casa
y con esos pensamientos
toda la jornada pasa.
La jornada que mañana
ha de volver a vivir,
pues ha nacido minero
y minero ha de morir.
Una mañana lluviosa
en el lecho permanece,
ya no lo deja pararse
la emfermedad que padece.
Y asi comienza el calvario
que ha de durar muchos dia,
con fugaces esperanzas y
ficticias mejorias.
Poco a poco, lentamente,
como cuando iba a la mina,
y asi la vida del minero termina.
Dedicado a mi abuelo, que era barrenero.
por escabroso sendero,
camina de su trabajo,
va fajigado el minero.
Tres o cuatro pequeñuelos
alla en la cama quedaron,
que para ver a su padre
un momento despertaron.
Subiendo por la vereda
una tos seca y constante
agudiza la fatiga
del cansancio caminante.
Pero trabaja con frio,
desenfrenado afán,
pues cada piedra que arranca,
es un pedazo de pan,
es un libro para el muchacho,
que termina la primaria,
y el año que entra ha de ir a secundaria.
Es calzado, es vestido,
es el sustento de casa
y con esos pensamientos
toda la jornada pasa.
La jornada que mañana
ha de volver a vivir,
pues ha nacido minero
y minero ha de morir.
Una mañana lluviosa
en el lecho permanece,
ya no lo deja pararse
la emfermedad que padece.
Y asi comienza el calvario
que ha de durar muchos dia,
con fugaces esperanzas y
ficticias mejorias.
Poco a poco, lentamente,
como cuando iba a la mina,
y asi la vida del minero termina.
Dedicado a mi abuelo, que era barrenero.
Un precioso homenaje Maite
