Si no afinas la punteria, te podras deleitar con el vuelo de la chocha perdiz.
La Chocha Perdiz es un ave limícola que se ha acostumbrado a vivir en terrenos menos húmedos que los que habitualmente frecuentan aquéllas, especialmente en bosques abiertos por desbroces. Tienen los ojos colocados en posición alta y retrasada en la cabeza, por lo que su campo visual es casi circular, lo que le permite estar pendiente de sus enemigos incluso cuando busca en el suelo lombrices e insectos.
Al amanecer y al atardecer, en primavera y verano, el macho serpentea lentamente sobre las copas de los árboles, en un errático vuelo de celo – un cortejo territorial – en el que el ave recorre los límites de su dominio en el bosque. Mientras vuela, la Chocha emite dos tipos de grito: un extraordinario croar, como de rana, repetido varias veces, y un silbante «psssip» de tono alto. Este pausado vuelo es muy diferente a su manera de volar cuando se la levanta de su escondrijo bajo los sotos, entonces se lanza al aire y se escabulle velozmente entre los árboles, desapareciendo otra vez entre la maleza.
Aunque el área de cría de la Chocha en España se reduce a puntos de la cordillera Cantábrica, Pirineos y localmente a sierras centrales, llega en gran cantidad para invernar. Muchas vuelan sobre el mar, posándose breve tiempo en playas y malezas cercanas.
Al amanecer y al atardecer, en primavera y verano, el macho serpentea lentamente sobre las copas de los árboles, en un errático vuelo de celo – un cortejo territorial – en el que el ave recorre los límites de su dominio en el bosque. Mientras vuela, la Chocha emite dos tipos de grito: un extraordinario croar, como de rana, repetido varias veces, y un silbante «psssip» de tono alto. Este pausado vuelo es muy diferente a su manera de volar cuando se la levanta de su escondrijo bajo los sotos, entonces se lanza al aire y se escabulle velozmente entre los árboles, desapareciendo otra vez entre la maleza.
Aunque el área de cría de la Chocha en España se reduce a puntos de la cordillera Cantábrica, Pirineos y localmente a sierras centrales, llega en gran cantidad para invernar. Muchas vuelan sobre el mar, posándose breve tiempo en playas y malezas cercanas.