Salvador González, memoria del acordeón en Omaña
Esta es la historia de un instrumento extraordinariamente arraigado en la montaña de León contada por uno de sus principales protagonistas
23/10/2003 EMILIO GANCEDO M. A. BADESO
valseaos agarraos agarraos «Con mi acordeón, la alegría/ como el sol que alegre baña/ a los pueblos repartía;/ y también mi poesía/ llevé por esta montaña» Las imágenes que podemos observar a la derecha corresponden a algunos ejemplares de acordeones antiguos que aún hoy se conservan en León, y que prueban la gran afición y la arraigada tradición hacia este instrumento que en nuestra provincia ha venido desarrollándose desde el momento en el que empezaron a comercializarse los primeros modelos a finales del siglo XIX y principios del XX. En su mayor parte estos instrumentos procedían de grandes ciudades, de artesanos especializados y sobre todo de comerciantes que los traían desde los países centroeuropeos. De arriba a abajo, estos instrumentos han sido hallados en los pueblos de Villavante, en la capital leonesa, en Benavides de Órbigo y en Villamor de Órbigo. Los más antiguos de ellos tienen aproximadamente cien años, y ha sido gracias a la labor de la asociación cultural Tornadera, de La Bañeza, que se han podido localizar y recuperar estos extraordinarios exponentes de la cultura musical en la región leonesa.
Esta es la historia de un instrumento extraordinariamente arraigado en la montaña de León contada por uno de sus principales protagonistas
23/10/2003 EMILIO GANCEDO M. A. BADESO
valseaos agarraos agarraos «Con mi acordeón, la alegría/ como el sol que alegre baña/ a los pueblos repartía;/ y también mi poesía/ llevé por esta montaña» Las imágenes que podemos observar a la derecha corresponden a algunos ejemplares de acordeones antiguos que aún hoy se conservan en León, y que prueban la gran afición y la arraigada tradición hacia este instrumento que en nuestra provincia ha venido desarrollándose desde el momento en el que empezaron a comercializarse los primeros modelos a finales del siglo XIX y principios del XX. En su mayor parte estos instrumentos procedían de grandes ciudades, de artesanos especializados y sobre todo de comerciantes que los traían desde los países centroeuropeos. De arriba a abajo, estos instrumentos han sido hallados en los pueblos de Villavante, en la capital leonesa, en Benavides de Órbigo y en Villamor de Órbigo. Los más antiguos de ellos tienen aproximadamente cien años, y ha sido gracias a la labor de la asociación cultural Tornadera, de La Bañeza, que se han podido localizar y recuperar estos extraordinarios exponentes de la cultura musical en la región leonesa.