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MANZANEDA DE OMAÑA: Recuerdo que todos los días ibamos las dos a tomar...

Inolvidable Aude: Infinitas gracias por tu generosidad. No me resisto a perder la memoria de mi paisaje y paisanaje. Estais todos guapísimos. Tu hermano Tuto debía ser rubísimo. Parece un angel. Me llama la atención el pelo tan claro que teníamos los chavales de esa zona. Hace poco que he visto a Fedesvinda, a Pepe y a Pepín, en Azadinos, con motivo de un 50 aniversario. Se conservan todos de maravilla. Vivieron muchos años en El Castillo junto a Jesús y Pili. Adiós, rosa de Alejandría.

Menéndez Pidal solía visitar y pasar temporadas en casa de D. Vicente Florez, en Curueña, pués tenía mucha amistad con la familia. Quedó tan prendado de la riqueza linguística de Omaña, de sus términos, se su chispa, de su acento, de su deje, que fué lo que le impulsó a escribir su famoso libro sobre el "Dialecto Leonés".

En Madrid había una famosa pensión regentada por una tal Agustina, que era de Guisatecha. La mayor parte de la gente de León que se dirigía a Madrid, se alojaba allí. Atendía espléndidamente al personal y si eran de Omaña, no te digo. A los que llegaban del pueblo a estudiar o trabajar por primera vez, un poco atemorizados, Agustina con su típico gran corazón Omañes les explicaba y preparaba todo lo necesario, quitándoles el susto. Vaya desde aquí mi más ferviente reconocimiento a ésta gran mujer.

Agustina era prima carnal de mi madre. Yo estuve allí un año trabajando en la pensión (en su casa), tenía un hijo que se llamaba Gonzalo; luego compraron un chalet en Riello.

Recuerdo que todos los días ibamos las dos a tomar el vermuth.