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MANZANEDA DE OMAÑA: Una vez cada unos veinte días las amas de casa preparaban...

Una vez cada unos veinte días las amas de casa preparaban la pasta, mezclando en la "masera" harina, agua, sal y levadura, "amasándola" enérgicamente (la levadura, según Plinio era un lujo propio de la Galia y de España; en la zona se solía llamar "fermento", "fermiento", "furmiento" o "hurmiento"); este fermento se conservaba de una vez para otra en un recipiente de barro. Mientras "reposaba" la masa (hasta "temblar"), el horno era caldeado con raíces de urces, piornos y leña menuda de roble, para la posterior cocción del pan. Mientras tanto, la "masa" ya trabajada se distribuía en hogazas similares, por un lado las de centeno, por otro, las de trigo. Para saber cuándo la masa estaba en su punto se solía hacer una marca (una cruz u otra señal); al fermentar suficientemente la masa, se hinchaba y desaparecía la marca. El horno estaba suficientemente caldeado cuando por su boca o puerta salían llamas; se barría el horno con una "mondilla" hecha de cuelmo y mojada en agua. Las hogazas eran introducidas en el horno con la "pala".

Por último, con referencia al proceso del pan, hay que recordar que durante muchos siglos todos los vecinos del Condado de Luna tenían que dar 1/4 del pan y otros productos al Sr. Conde. Hay testimonios escritos muy elocuentes. Otras veces eran las Parroquias y, por tanto, los Curas, los que cobraban Diezmos (la décima parte de la cosecha; así el cura de Vega sobre terrenos del antiguo pueblo de San Pedro de Parada).
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
En Manzaneda se amasaba cada ocho días, porque sino el centeno se ponía demasiado duro, si alguna vez se mezclaba con harina de trigo ¡que rico estaba!, pero eso sucedía pocas veces