Aqui todos nos conocemos, y la mayoria, se caracteriza no por su buen caracter, su amabilidad o su cortesia. Todo tiene un porque, y lo que predomina aqui son las habladurias y la envidia. Lástima que en un precioso
pueblo como es el nuestro, tengamos que vivir en un constante marco de falsedad y engaño. No se lo merece el
paisaje, ni mucho menos, los que vienen aqui movidos por un sentimiento común: no dejar que este pueblo desaparezca nunca.