! Hola muchachos! hace unos días que no brindo un saludo a tierras leonesas, y me he dicho mientras veía una película, que la amistad no se alquila; se comparte,
Como se da la circunstancia de ya haber visto dicha película, y la tarde está llena de tristeza bajo la lluvia, y sin querer ser prisionero, me digo: "escarbaré en el tiempo, hablaré conmigo mismo"
Y perdonar pero me voy muy "lejos", tanto que la jornada de muchas horas a ún se pagaban a unas pocas pesetas... en otros lugares, a un arroz, con la cabeza y las patas del pollo; el resto de lo comían los los amos.
Si señores corrieron tiempos en que se dormía al raso, en el rastrojo o la era, y mal alimentados se esperaba el Alba hacia un alba que no llegaba.
Solo estrellas, y de lecho la paja. Y a la mañana siguiente, cuando ya se borraban las estrellas: una nueva jornada de hoz o de trilla. Y todo para un puñado de espigas.
Y un hombre que venía de tierras extremeñas, y que había estado en muchos sitios, contaba sus desvelos y sus tres pesetas de salario o nada mas que las migajas, que le sobraban al amo. Aquel hombre lo contaba con el corazón como encogido, y le brillaban los ojos porque algo húmedo quería salir... cuando crecí pensé que ese hombre había llorado demasiado.
Seguro que alguno de vosotros, se pregunta: ¿A que viene que este "tío" nos cuente, esto.! Pues si viene a cuento! Han pasado mas de 2.000 años desde que alguien al que hoy se pasea por las calles, que pronunció palabras: bellas palabras, que tal vez han entrado por nuestros oidos, pero no en el corazón.
Mas de 20 siglos, avances en grandes tecnologías, y el corazón cerrado con candado.
Y se siguen fabricando cadenas. Y yo pensaba en las palabras que leí de pequeño sobre los pobres.
Y nos llamamos civilizados.
Y mucho mas:
Pero las espigas bien granadas, se las llevan los de siempre a su mesas... siempre abuncdantes de pan.
Y la película explicaba como mueren los niños, si haber aprendido a sonreír.
Y también he pensado en aquel amigo asturiano, que me contaba, como una mina lo enterró, recién venido de un infierno... de el grito del silencio en la mina.
Y os diré que llalluvia cae lenta y fría, sobre la fría tierra.
¿Que me contaré el Lunes? la mismas cosas que han ocurrido desde siglos.
Que los modernos tiranos, se reparten la gruesa tajada
Y que los muertos por hamabre y otras causas, son por millares.
Y bien que lo siento, amigos de este foro, que la lluvia me inspire tristeza.
Tal vez mañana os hable de la moza, y los encuentros no casuales, cuando el cántaro, sobre su cabeza o cadera, se acercaba a la fuente.
Si os digo una cosa, que dijo alguien hace mucho tiempo. Los poderosos lo son porque alguien les alaba.
Mientras tanto si creéis que estoy loco, no me hagáis mucho caso.
Saludos.
Como se da la circunstancia de ya haber visto dicha película, y la tarde está llena de tristeza bajo la lluvia, y sin querer ser prisionero, me digo: "escarbaré en el tiempo, hablaré conmigo mismo"
Y perdonar pero me voy muy "lejos", tanto que la jornada de muchas horas a ún se pagaban a unas pocas pesetas... en otros lugares, a un arroz, con la cabeza y las patas del pollo; el resto de lo comían los los amos.
Si señores corrieron tiempos en que se dormía al raso, en el rastrojo o la era, y mal alimentados se esperaba el Alba hacia un alba que no llegaba.
Solo estrellas, y de lecho la paja. Y a la mañana siguiente, cuando ya se borraban las estrellas: una nueva jornada de hoz o de trilla. Y todo para un puñado de espigas.
Y un hombre que venía de tierras extremeñas, y que había estado en muchos sitios, contaba sus desvelos y sus tres pesetas de salario o nada mas que las migajas, que le sobraban al amo. Aquel hombre lo contaba con el corazón como encogido, y le brillaban los ojos porque algo húmedo quería salir... cuando crecí pensé que ese hombre había llorado demasiado.
Seguro que alguno de vosotros, se pregunta: ¿A que viene que este "tío" nos cuente, esto.! Pues si viene a cuento! Han pasado mas de 2.000 años desde que alguien al que hoy se pasea por las calles, que pronunció palabras: bellas palabras, que tal vez han entrado por nuestros oidos, pero no en el corazón.
Mas de 20 siglos, avances en grandes tecnologías, y el corazón cerrado con candado.
Y se siguen fabricando cadenas. Y yo pensaba en las palabras que leí de pequeño sobre los pobres.
Y nos llamamos civilizados.
Y mucho mas:
Pero las espigas bien granadas, se las llevan los de siempre a su mesas... siempre abuncdantes de pan.
Y la película explicaba como mueren los niños, si haber aprendido a sonreír.
Y también he pensado en aquel amigo asturiano, que me contaba, como una mina lo enterró, recién venido de un infierno... de el grito del silencio en la mina.
Y os diré que llalluvia cae lenta y fría, sobre la fría tierra.
¿Que me contaré el Lunes? la mismas cosas que han ocurrido desde siglos.
Que los modernos tiranos, se reparten la gruesa tajada
Y que los muertos por hamabre y otras causas, son por millares.
Y bien que lo siento, amigos de este foro, que la lluvia me inspire tristeza.
Tal vez mañana os hable de la moza, y los encuentros no casuales, cuando el cántaro, sobre su cabeza o cadera, se acercaba a la fuente.
Si os digo una cosa, que dijo alguien hace mucho tiempo. Los poderosos lo son porque alguien les alaba.
Mientras tanto si creéis que estoy loco, no me hagáis mucho caso.
Saludos.
