Prensa: EL GEO-RADAR SEñALA LA EXISTENCIA DE UNA FOSA EN EL CEMENTERIO DE MéRIDA
Un arqueólogo de la Fundación 'Aranzadi' halla otro casquillo de bala y más restos óseos calcinados en la zona.
Analizar el solar que rodea el Cementerio de Mérida para determinar la existencia de posibles fosas o enterramientos de represaliados durante la Guerra Civil indicó ayer, «sin ningún género de duda», la presencia de una fosa en el área en el que aparecieron hace unos meses unos casquillos de balas y unos restos óseos junto a la tapia del camposanto emeritense.
Además, el arqueólogo Jimi Jiménez encontró otro casquillo de munición antigua y nuevos restos óseos, calcinados y muy fragmentados, lo que apunta a que los cuerpos que pudieron ser enterrados allí fueron primero quemados.
Según el primer análisis del geo-radar, y a falta de estudiar el resto del solar, la fosa se extendería unos diez metros hacia la izquierda del tapial, en dirección a la entrada del Cementerio, en una zona que se utiliza como aparcamiento.
El inicio de los trabajos con el geo-radar levantó una gran expectación. Multitud de curiosos se congregaron en torno a las traseras del Cementerio para ver su funcionamiento y saber si la máquina desvelaría los misterios de una fosa en la que todavía no se ha intervenido arqueológicamente.
Entre los presentes se encontraba el concejal de Cementerio, Alfredo de la Rubia; responsables de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica; el coordinador local de Izquierda Unida, Miguel ángel Herrera; y también miembros de la Fundación 'Aranzadi', ha propiciado la utilización del geo-radar en Mérida como primera aproximación a la investigación de la fosa y otras posibles tumbas de fusilados en los años que siguieron a la entrada de las tropas nacionales en Mérida, el 11 de agosto de 1936.
Un TAC al suelo
El propietario de la máquina, Luis Avial, explicó a todos que habría que tener paciencia, ya que se trata de un trabajo «lento, metódico y poco espectacular».
La máquina, parecida a un cortacésped, funciona como un TAC y permite analizar el subsuelo sin mover un solo grano de arena de la superficie.
Toda la información recogida por el geo-radar es luego procesada por sofisticados sistemas informáticos.
ésta será la segunda vez que se utiliza en España el geo-radar en la búsqueda de restos de desaparecidos. La primera vez fue recientemente en Ciudad Rodrigo, donde contribuyó al hallazgo de los cuerpos de unos represaliados que se habían buscado anteriormente en esa zona pero sin éxito.
Los trabajos se prolongarán durante toda la mañana de hoy y se completarán con un estudio del terreno con un detector de metales para encontrar la presencia de más munición en la zona.
Un arqueólogo de la Fundación 'Aranzadi' halla otro casquillo de bala y más restos óseos calcinados en la zona.
Analizar el solar que rodea el Cementerio de Mérida para determinar la existencia de posibles fosas o enterramientos de represaliados durante la Guerra Civil indicó ayer, «sin ningún género de duda», la presencia de una fosa en el área en el que aparecieron hace unos meses unos casquillos de balas y unos restos óseos junto a la tapia del camposanto emeritense.
Además, el arqueólogo Jimi Jiménez encontró otro casquillo de munición antigua y nuevos restos óseos, calcinados y muy fragmentados, lo que apunta a que los cuerpos que pudieron ser enterrados allí fueron primero quemados.
Según el primer análisis del geo-radar, y a falta de estudiar el resto del solar, la fosa se extendería unos diez metros hacia la izquierda del tapial, en dirección a la entrada del Cementerio, en una zona que se utiliza como aparcamiento.
El inicio de los trabajos con el geo-radar levantó una gran expectación. Multitud de curiosos se congregaron en torno a las traseras del Cementerio para ver su funcionamiento y saber si la máquina desvelaría los misterios de una fosa en la que todavía no se ha intervenido arqueológicamente.
Entre los presentes se encontraba el concejal de Cementerio, Alfredo de la Rubia; responsables de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica; el coordinador local de Izquierda Unida, Miguel ángel Herrera; y también miembros de la Fundación 'Aranzadi', ha propiciado la utilización del geo-radar en Mérida como primera aproximación a la investigación de la fosa y otras posibles tumbas de fusilados en los años que siguieron a la entrada de las tropas nacionales en Mérida, el 11 de agosto de 1936.
Un TAC al suelo
El propietario de la máquina, Luis Avial, explicó a todos que habría que tener paciencia, ya que se trata de un trabajo «lento, metódico y poco espectacular».
La máquina, parecida a un cortacésped, funciona como un TAC y permite analizar el subsuelo sin mover un solo grano de arena de la superficie.
Toda la información recogida por el geo-radar es luego procesada por sofisticados sistemas informáticos.
ésta será la segunda vez que se utiliza en España el geo-radar en la búsqueda de restos de desaparecidos. La primera vez fue recientemente en Ciudad Rodrigo, donde contribuyó al hallazgo de los cuerpos de unos represaliados que se habían buscado anteriormente en esa zona pero sin éxito.
Los trabajos se prolongarán durante toda la mañana de hoy y se completarán con un estudio del terreno con un detector de metales para encontrar la presencia de más munición en la zona.