Luz ahora 0,08686 €/kWh

FOLLOSO: Hola Ana,...

Ayer fue el día de la tortilla, butifarra de huevo y coca de chicharrones. Es una tradición que todavía está muy viva y quien más, quien menos come en algún momento del día tortilla de lo que sea y coca de llardons.
Las condiciones de vida y trabajo van variando y las tradiciones se adaptan y se expresan de diferenta manera. Hace veinte, treinta años, era normal ver, a las afueras de las ciudades y pueblos, alrededor de alguna fuente, en las cercanías de las ermitas o debajo de algarrobos y almendros, corrillos de familias, trabajadores de fábricas y talleres, escuelas e institutos, pandillas de amigos, reunidos en corros, merendando las tortillas, las butifarras y las cocas que cada uno preparaba. En los últimos años solamente se ven corrillos de escolares. Este año ni eso porque celebran lo que denominan "semana blanca" y que los más irónicos llaman semana de los abuelos.
El día de la tortilla es la puerta del carnaval y antesala de la Cuaresma. Mis recuerdos de rapacín del carnaval solo me pintan algunas escenas de los "zafarrones" con el toro y el torero y un poco de movimiento y tiznarle la cara a las mozas y a los niños. También se representaban obras sencillas de teatro de carácter cómico-satírico. Yo nunca llegué a ver ninguna representación pero sí oí más de una vez: "el año de las Comedias", "en los ensayos de las comedias".
En mi casa se contaba como anécdota que en los ensayos de una de esas Comedias, un vecino de Folloso leía el texto de su personaje y al final del mismo, el autor abría un parentesis e indicaba la actitud y la gesticulación que debía mantener el interprete. El texto decía entre parentesis: (Titubea, rasca la cabeza...) El susodicho vecino leyó su papael y titubea rasca la cabea también, como si formase parte del texto. Los demás rieron con todas las ganas y fue algo que duró bastante tiempo y yo también reía cuando lo contaban, aunque no lo entendía. Y cuando preguntaba, con toda la inocencia, todavía se reían con más ganas. Años más tarde comprendí el sentido y era una frase que yo aplicaba para mis adentros cuando alguien se columpiaba sin enterarse.
Tiempos de carnaval que me recuerdan las comedias que nunva vi titubea, rasca la cabeza.

Un abrazo.

Hola Peña,

Graciosa la anécdota. Me trajo a la memoria los monólogos de Daniel
Rabinovich, de Les Luthiers, como por ejemplo aquel en que está leyendo un poema y la última estrofa dice:"Se terminó de imprimir en los talleres
gráficos..."

Ana

Hola Ana,

En la misma línea va la siguiente aanécdota de mili.
Corría el cuarto trimestre del 70 en el Cir nº 12, creo,
del Ferral de Bernesga, en la Cía nº 2. El recluta Pe-
ña Valdevés ocupaba el puesto nº 6 de la primera fila, cosa que
quería decir que era el 6º más alto de la Compañía.
Después de la instrucción, teórica, etc, cada día en el
patio interior que se formamaba entre las dos naves,
el Cabo Primero de Semana leía el parte-orden del día para
la siguiente jornada. Mientras escuchábamos las órdenes, nos man-
teníamos en formación de firmes y descubiertos, es decir,
con la gora de faena en l mano. El Cabo Primero siempre acababa
relatando el menú del día y el nombre del Capaitán de cocina que
firmaba.
Acto seguido, mandaba firmes y a cubrirse y quedábamos libres.
Un día en teórica, el cabo preguntó a un segoviano, no
recuerdo su nombre, cómo se llamaba el Capitán de Cocina.
El segoviano, sin pausa y con toda la decisión, tranquilidad, aplomo
y casi regocijo de aquel opositor
que le cae el tema recién memorizado, se arrancó con alto tono
y todo el ardor militar que la ocasión merecía,
para ser escuchado sin ningún género de duda por la concurrencia:

"Don Rogelio Pérez Escobar Descanso y Cubrirse". La carcajada fue tan
general y repetitiva que fuimos bastantes los que rodamos por el
suelo apretándonos la barriga con las dos manos. Fue muy habitual
la pregunta de, ¿cómo te llamas? y escuchar la respuesta con cuatro
apellidos. Los dos últimos: Descanso y Cubrirse.

Un abrazo