FOLLOSO: Ayer fue el día de la tortilla, butifarra de huevo...

Ayer fue el día de la tortilla, butifarra de huevo y coca de chicharrones. Es una tradición que todavía está muy viva y quien más, quien menos come en algún momento del día tortilla de lo que sea y coca de llardons.
Las condiciones de vida y trabajo van variando y las tradiciones se adaptan y se expresan de diferenta manera. Hace veinte, treinta años, era normal ver, a las afueras de las ciudades y pueblos, alrededor de alguna fuente, en las cercanías de las ermitas o debajo de algarrobos y almendros, corrillos de familias, trabajadores de fábricas y talleres, escuelas e institutos, pandillas de amigos, reunidos en corros, merendando las tortillas, las butifarras y las cocas que cada uno preparaba. En los últimos años solamente se ven corrillos de escolares. Este año ni eso porque celebran lo que denominan "semana blanca" y que los más irónicos llaman semana de los abuelos.
El día de la tortilla es la puerta del carnaval y antesala de la Cuaresma. Mis recuerdos de rapacín del carnaval solo me pintan algunas escenas de los "zafarrones" con el toro y el torero y un poco de movimiento y tiznarle la cara a las mozas y a los niños. También se representaban obras sencillas de teatro de carácter cómico-satírico. Yo nunca llegué a ver ninguna representación pero sí oí más de una vez: "el año de las Comedias", "en los ensayos de las comedias".
En mi casa se contaba como anécdota que en los ensayos de una de esas Comedias, un vecino de Folloso leía el texto de su personaje y al final del mismo, el autor abría un parentesis e indicaba la actitud y la gesticulación que debía mantener el interprete. El texto decía entre parentesis: (Titubea, rasca la cabeza...) El susodicho vecino leyó su papael y titubea rasca la cabea también, como si formase parte del texto. Los demás rieron con todas las ganas y fue algo que duró bastante tiempo y yo también reía cuando lo contaban, aunque no lo entendía. Y cuando preguntaba, con toda la inocencia, todavía se reían con más ganas. Años más tarde comprendí el sentido y era una frase que yo aplicaba para mis adentros cuando alguien se columpiaba sin enterarse.
Tiempos de carnaval que me recuerdan las comedias que nunva vi titubea, rasca la cabeza.

Un abrazo.
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
Hola Peña,

Graciosa la anécdota. Me trajo a la memoria los monólogos de Daniel
Rabinovich, de Les Luthiers, como por ejemplo aquel en que está leyendo un poema y la última estrofa dice:"Se terminó de imprimir en los talleres
gráficos..."

Ana