Peña Valdevés!
Recuerdas a dos pastores de ovejas, por Vallefernando (si no recuerdo mal) un chico muy espabilado y una pobre cría que la traía a mandamiento. El no hacía nada solo mandar. Y pa rematar le comía la merienda.....
Saludicos.
Recuerdas a dos pastores de ovejas, por Vallefernando (si no recuerdo mal) un chico muy espabilado y una pobre cría que la traía a mandamiento. El no hacía nada solo mandar. Y pa rematar le comía la merienda.....
Saludicos.
Hola Viky, que conste que sólo te tengo identificada como prima de los Diez. Lo que me explicas de Valdefernando, ni idea. Ya insinuaba algo, hace días, Povisa, que la pastorica que le comieron la merienda era Lallamica. No recuerdo nada, ya sabes que la memoria, yo la tengo muy mala, pero suele ser selectiva y si esos actos me califican de mandón, vago y encima aprovechado, razón de más de no recordarlo. Que lo explique la pastorcilla y reiremos un rato.
Hola! Si soy la prima de los Diez. Y somos una buena cuadrilla....
Como ha dicho Emma era yo la pastorica que tu le comías la merienda. Y no solo no me dejabas parar, me tocaba guardar tus ovejas y las de mi tia.
Por algo yo no quería parar en Folloso, vaya elemento que éras..... te tenía una manía......
Lo mismo me pasó en Rosales. Me mandaron a la escuela una semana, y como era de Garueña, los chavales, me llevaban a pedradas, hasta casa, pero les salió mal porque mi Abuela Maria (que era una mujer extraordinaria) los puso en su sitio. Pero no quise saber más de ir a la escuela.
Son recuerdos que me han quedado, y hoy me hacen reir. Me digo que pasmada éra, no tenía salero para defenderme.
Saludos.
.
Como ha dicho Emma era yo la pastorica que tu le comías la merienda. Y no solo no me dejabas parar, me tocaba guardar tus ovejas y las de mi tia.
Por algo yo no quería parar en Folloso, vaya elemento que éras..... te tenía una manía......
Lo mismo me pasó en Rosales. Me mandaron a la escuela una semana, y como era de Garueña, los chavales, me llevaban a pedradas, hasta casa, pero les salió mal porque mi Abuela Maria (que era una mujer extraordinaria) los puso en su sitio. Pero no quise saber más de ir a la escuela.
Son recuerdos que me han quedado, y hoy me hacen reir. Me digo que pasmada éra, no tenía salero para defenderme.
Saludos.
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