A mi amigo Canor:
Ese personaje menudo que con su corneta nos despertó tantas mañanas en nuestro querido pueblo.
Esa persona tan entrañable que con infinita paciencia me soportaba esas calurosas tardes de verano.
Ese hombre que contestaba a todas mis repetitivas preguntas sobre ese noble y difícil oficio de pastor.
Ese amigo que me enseño a conocer y respetar el monte con sus cosas buenas y malas.
Ese compañero que me enseño como se movían los mastines entre las ovejas para protegerlas del lobo.
Ese sabio que compartió con migo lo secretos del adiestramiento de un carea llamado “Paco”.
Esa figura tierna de un hombre rudo con un codero de horas debajo de cada brazo.
Gracias Canor por ser mi amigo.
Gracias por haber tenido la generosidad de compartir con migo esas tardes de sesteo en el mato el sordo, descalzos y escuchando ese viejo transistor.
Gracias por enseñarme tanto de las culebras águilas, lobos, grajos, palomas y un sinfín de animales que pueblan nuestro monte.
Gracias por esa gran lección de humanidad, paciencia y tolerancia que nunca olvidare.
Ese personaje menudo que con su corneta nos despertó tantas mañanas en nuestro querido pueblo.
Esa persona tan entrañable que con infinita paciencia me soportaba esas calurosas tardes de verano.
Ese hombre que contestaba a todas mis repetitivas preguntas sobre ese noble y difícil oficio de pastor.
Ese amigo que me enseño a conocer y respetar el monte con sus cosas buenas y malas.
Ese compañero que me enseño como se movían los mastines entre las ovejas para protegerlas del lobo.
Ese sabio que compartió con migo lo secretos del adiestramiento de un carea llamado “Paco”.
Esa figura tierna de un hombre rudo con un codero de horas debajo de cada brazo.
Gracias Canor por ser mi amigo.
Gracias por haber tenido la generosidad de compartir con migo esas tardes de sesteo en el mato el sordo, descalzos y escuchando ese viejo transistor.
Gracias por enseñarme tanto de las culebras águilas, lobos, grajos, palomas y un sinfín de animales que pueblan nuestro monte.
Gracias por esa gran lección de humanidad, paciencia y tolerancia que nunca olvidare.
